EL PAÍS y la política antiterrorista

Algunos aspectos de la política antiterrorista del Gobierno han sido objeto de elogios puntuales en editoriales de EL PAÍS, contra lo que señaló ayer en su confesión el ministro del Interior, quien dijo no recordar ningún caso.Así, por ejemplo, el 16 de junio de 1984, un editorial titulado ETA pierde su refugio político en Francia, decía: "Felipe González ha alcanzado el objetivo que ninguno de lo! anteriores Gobiernos españoles, pese a sus esfuerzos, había llegado a conseguir: el compromiso formal de las autoridades francesas de combatir las actuaciones de ETA dentro de su territorio y la clara formulación por el Gobierno de París de que las actividades de esas bandas armadas tienen un carácter inequívocamente terrorista y amenazan gravemente a la democracia española".

En otro editorial del 24 de agosto de 1984, bajo el título Una iniciativa imaginativa, se escribía sobre la oferta del Gobierno a ETA para efectuar unas negociaciones de paz en el País Vasco que "esta iniciativa del presidente del Gobierno y el ministro Barrionu6o se inscribe verdaderamente en lo que se llamó la política del cambio. Es decir, decisiones políticas nuevas, capaces de dar soluciones a los problemas enquistados de la convivencia española y que pueden conducir a la modernización de, nuestro país".

Otro editorial señalaba, el 24 de septiembre del mismo año, sobre la extradición por parte de Francia de tres presuntos miembros de ETA Militar: "El Gobierno de Felipe González, no cabe duda, ha conseguido un éxito importante, que hay que relacionar necesariamente también con su oferta de negociaciones". Y añadía: "El Gobierno puede estar legítimamente satisfecho de su política en este terreno, pero no ha de embriagarse con un éxito que sólo es parcial y puede volverse en su contra( ... )".

Con el título Una divisoria de aguas, el 28 de septiembre, otro editorial comentaba, también en relación con las extradiciones, que .culmina así la perseverante estrategia del Gobierno de Felipe González, cuya capacidad para convencer a las autoridades de París de la buena fundamentación de las peticiones de extradición ha llegado hasta el punto de modificar los puntos de vista sobre el derecho de asilo vigentes en buena parte de la sociedad francesa ( ... )".