Los nazis y Alemania

El de los nazis ha sido desde siempre un tema muy atractivo para todo aquel que gusta de inflar, fantasear y regocijarse en lo que es la desgracia y tragedia de un pueblo. Cada vez que un alto cargo o jefe de Estado viaja a Alemania es obligada la visita a uno de los lugares del holocausto (yo no sé cómo los alemanes aún no los han quemado, porque ya está bien ... ). Y recordemos el ejemplo de nuestro González. íEs que no hay nada mejor que visitar en uno de los países cuna de la civilización europea! Y si de reconciliaciones se trata realmente, ¿no sería un acto mucho más conciliador y menos polémico, por ejemplo, visitar Berlín, ciudad que soporta ya un asedio de 40 años? Tampoco estamos a falta de cementerios donde sólo se hallen difuntos de la Wehrmacht excluida la SS. Así que esto es una polémica deliberada y decididamente torpe por todos sus lados. Los alemanes de 10, 20, 30, 40 y más de 50 años sólo han conocido las consecuencias de todo aquello. Han heredado un país arrasado que geográficamente es sólo una sombra de lo que fue. No nos empeñemos, porque los alemanes de hoy ni se sienten responsables ni ven su pasado más reciente como lo más atractivo de su historia. Entonces no machaquemos con tan mala saña su conciencia, que no hace ninguna falta. Y, por fin, dos cosas: Alemanias no hay dos (por mucho que se quiera), sino una dividida en dos, y, por tanto, con una historia común. Y segundo, no nos echemos tanto las manos a la cabeza, que la amenaza que hoy pesa sobre Europa no es mejor que la de Hitier, y criminales como los nazis tampoco faltan. Hay que ver el estúpido y tópico concepto que se tiene de lo alemán, gracias a la abundante y facilona propaganda antialemana que vemos a diario. Menos nazis y más alemanes.-Madrid.