El Papa inicia hoy su 26º viaje al extranjero
La 26º gira apostólica del papa Juan Pablo II fuera de Italia comienza esta tarde. Las metas son Holanda, Bélgica y Luxemburgo, los tres países del Benelux. Tras esta nueva peregrinación, que durará 11 días, el papa Wojtyla habrá visitado ya, fuera de Italia, 57 países y habrá recorrido unas 10 veces la circunferencia de la Tierra. Según una de las personas de su séquito, el Papa no quiso renunciar a este viaje, a pesar de las protestas y amenazas manifestadas en Holanda.
La difícil peregrinación en uno de los puntos más secularizados del catolicismo empezará con un acto mariano en Den Bosch, una localidad holandesa en la que es muy viva la devoción a la Virgen María.En Holanda, el Papa celebrará una sola misa masiva. Todo lo demás serán encuentros más bien pequeños, ya que los holandeses critican con mucha dureza, incluso ironizando con satíricas caricaturas las manifestaciones espectaculares en torno al Papa.
"Peregrino al infierno"
En Roma se había corrido la voz de que el Vaticano estaba muy preocupado con esta visita, porque desde hace ya 15 días la Prensa italiana abunda en informaciones catastróficas, llegadas sobre todo desde Holanda, adonde se han desplazado ya enviados especiales de los mayores diarios y semanarios.Basten como botón de muestra los titulares de la revista Panorama, una de las más serias de Italia: "Peregrino al infierno. Estatuas religiosas echadas abajo a martillazos, cementerios profanados, amenazas de muerte. El Papa afrontará en Holanda su viaje más difícil". Las autoridades holandesas han reforzado las medidas de seguridad, y se había rumoreado incluso que en los palacios apostólicos se estaba pensando en aconsejar al papa Wojtyla que aplazara su viaje, pero la realidad es muy distinta.
Una de las personas que acompaña a Juan Pablo II en este viaje, formando parte de su séquito oficial, comentó poco antes de emprender la visita a los países del Benelux que al Papa ni se le había pasado por la imaginación renunciar al viaje. Y no porque no esté informado: "Ha leído todo lo que se ha escrito en estos días y ha analizado el asunto con sus más íntimos colaboradores", aseguró dicha fuente.
El Papa Wojtyla juzga los fenómenos de contestación desaforada de Holanda como algo marginal que no le preocupa. Le han dado seguridades de que las manifestaciones de protesta, aun las autorizadas, se producirán fuera de los itinerarios seguidos por él oficialmente. Los servicios de policía y seguridad han confiado al Papa que sobre todo en Holanda no existe el más minimo peligro para su integridad fisica.
De hecho se asegura que los servicios vaticanos no han sido alertados ni se les ha pedido una vigilancia especial. Sólo por lo que se refiere a Bélgica existe alguna pe queña preocupación por el riesgo de que algunos grupos terroristas planeen aprovechar la presencia del Papa para realizar algún atentado grave.
Evitar incidentes
En cuanto a la contestación católica al Papa, el Vaticano ha sido también informado de que los obispos no van a permitir esta vez que ninguna persona manifieste oficialmente su disconformidad ante la presencia del Papa, porque no ha sido autorizado para dirigirle la palabra en público ningún religioso ni seglar "sospechoso".Juan Pablo II está convencido, como afirmó en su viaje a Suiza tras la crítica pública que le hizo un sacerdote, que también en Holanda el descontento es minoritario y que la mayor parte de los holandeses estarán felices con su presencia. Pero la persona que ha conversado con el Papa sobre este asunto ha confiado a EL PAÍS que Juan Pablo II tiene miedo a lo que pueda ocurrir si alguien le aborda en público. Su preocupación es que, "no sabiendo holandés", se hallaría en dificultad para poder responder inmediatamente, ya que es impensable llamar a un intérprete para que le traduzcan un insulto o una provocación.
Y es que al Papa no le importa el enfrentarse con quien sea, ya que, como hemos visto algunas veces en su avión, cuando se halla ante algún periodista nada tierno con él, no le falta nunca la respuesta fácil, a veces hasta mordaz o irónica. Su preocupación es sólo la de sentirse impotente frente al adversario a causa de la lengua, sobre todo un papa como él, que es un políglota al que, curiosamente, le falta en su haber el holandés.
Por otra parte, según informa la agencia France Presse, una bomba de escasa potencia estalló en la noche del jueves en Bruselas, ante la sede de la asociación Acogida al Papa, organizadora de la visita de Juan Pablo II a Bélgica. La explosión no produjo víctimas.
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