Las vallas del homenaje a Dalí cumplirán las normas urbanísticas, según el Ayuntamiento
El Ayuntamiento de Madrid ha autorizado a la empresa privada Ararte, dedicada a la producción y difusión cultural, a instalar 175 vallas de gran tamaño en 10 puntos de la ciudad. El objetivo de la empresa citada, que promociona la campaña Viva la Gala, que se inaugurará el próximo día 13 en varias ciudades españolas bajo la presidencia del vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, es utilizar las vallas como) medio de difusión cultural. El coordinador de área de Urbanismo del Ayuntamiento, Jesús Espelosín, ha manifestado que la instalación de estos grandes soportes se realizará de acuerdo con la ordenanza municipal correspondiente.
La colocación de las nuevas vallas publicitarias coincide con la campaña emprendida por el Ayuntamiento de Madrid para disminuir el número de permisos de estos soportes de publicidad estática y retirar las vallas que estaban instaladas sin la correspondiente licencia municipal. Espelosín manifestó, ayer que la corporación municipal "no está en contra de las vallas publicitarias, sino de las que están mal situadas" y añadió que no se harán excepciones con las vallas de la campaña Viva la Gala, que deberán cumplir los requisitos de la ordenanza municipal.La ordenanza sobre regulación de la publicidad exterior fue aprobada en septiembre de 1984, y en ella se especifica que se prohibe la instalación de vallas en el centro de la ciudad salvo en las zonas donde se están realizando obras. En la periferia de Madrid las vallas pueden instalarse en solares sin edificar. Según los datos de que dispone el Ayuntamiento, antes de la aprobación de la ordenanza existían en Madrid unas 10.000 carteleras publicitarias, de las cuales no más de 500 tenían licencia municipal en regia. En la actualidad se han concedido autorización para instalar más de 3.000 vallas y se han retirado cerca de 4.000 que no disponían de licencia.
Según explicó el responsable municipal del área de Urbanismo, las normas vigentes se han tenido en cuenta para otorgar los permisos a la empresa Ararte, que instalará un total de 175 vallas en diez emplazamientos: Puerta del Sol, Atocha, Chamberí, Chamartín, Moncloa, Ventas, la Vaguada, el Paseo Federico García Lorca, en Vallecas, y el campo de la Mina, en el barrio de Carabanchel. "En las zonas del centro", dijo Espelosín, "las vallas deberán cambiar de emplazamiento si finalizan las obras que se están realizando antes de que acabe la campaña cultural, que durará un año". La iniciativa de Ararte consiste en difundir las obras de conocidos pintores españoles mediante reproducciones sobre soportes estáticos de gran tamaño. "La finalidad de la idea", según explicó un portavoz de la empresa, "es sacar el arte a la calle e invitar a los ciudadanos a que visiten los museos y las galerías de arte".
El ministerio de Cultura y la Asociación Española de Publicidad Exterior (AEPE) promocionan la campaña financiando el coste de la impresión de las reproducciones de obras de arte y los soportes para su instalación.
En Barcelona han surgido discrepancias entre la corporación municipal y Ararte sobre los espacios para ubicar las vallas. La empresa propusó al Ayuntamiento la instalación de las carteleras en plazas céntricas, lo que fue rechazado por la corporación debido a la impresión que existe en medios municipales de que la campaña "pretende, en realidad, recuperar espacios para la publicidad estática".
Sin embargo, el concejal responsable del área del Ayuntamiento de Madrid aseguró que esta situación no puede darse en Madrid, ya que la ordenanza prevé que la corporación municipal puede retirar directamente las vallas que no cumplan las normas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.