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Ensayo general de una catástrofe aérea

Veintidós muertos, 40 heridos de diversa consideración y otros tantos entre leves e ilesos era el resultado del que se partía en el simulacro de accidente de aviación que se llevó a cabo ayer en el aeropuerto de Manises, en Valencia. Se trataba del primer simulacro integral que se ha organizado en España para poner a prueba la viabilidad del Plan de Emergencia del Aeropuerto, en donde se recogen las recomendaciones más recientes de la Organización de Aviación Civil Internacional. El supuesto accidente se producía al incendiarse un avión que se había salido de la pista de aterrizaje, en el que viajaban un total de 110 pasajeros.

Son las 11.23. Desde la torre de control del aeropuerto de Manises se sigue el aterrizaje de un DC-9 que debe hacer su entrada por la pista 22. Un minuto más tarde, a las 11.24, se da la alerta desde la torre. El avión acaba de salirse de la pista y comienza a incendiarse.El sistema automático de alarma accionado desde el control moviliza a los servicios contra incendios y de sanidad del propio aeropuerto. A partir de ese momento entra en funcionamiento el plan de comunicaciones de emergencia. Por radio, la torre de control informa a los vehículos de socorro el lugar del accidente, y por teléfono, línea caliente, a la oficina de tráfico. El oficial de aeropuertos de servicio monta el puesto principal de operaciones de emergencia, y simultáneamente se establece el puesto avanzado de operaciones de emergencia, que coordinará sobre el lugar las operaciones bajo la dirección del puesto principal.

Son las 11.26. Los bomberos hacen acto de presencia con trajes protectores. Con agua y espuma, el fuego queda controlado en brevísimo espacio de tiempo Desde los vehículos se siguen las instrucciones por radio. Un minuto más tarde llegan las cuatro ambulancias del aeropuerto para trasladar a las víctimas, que están siendo rescatadas del vehículo por los bomberos.

Alerta en la ciudad

Las características de la catástrofe han obligado a solicitar ayuda a Protección Civil segundos después del siniestro, y ésta, a su vez, coordinará los medios de actuación externa.Casi simultáneamente, el servicio de transmisiones del Ayuntamiento pone en alerta a 16 patrullas móviles de la Policía Municipal.

Su misión es despejar el tráfico en el recorrido que lleva a las ambulancias hasta el hospital General, La Fe y el Clínico. Por su parte, desde la Delegación de Tráfico del Ayuntamiento se pone en marcha un programa para alargar los tiempos en verde de los semáforos en el recorrido de las ambulancias. En los accesos transversales del viejo cauce del Turia se producen importantes atascos, pero el camino para los heridos está despejado.

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Los hospitales de la ciudad han sido avisados para recibir a las ambulancias. Mientras tanto, el personal sanitario del aeropuerto, a unos 50 metros del accidente, inspecciona los cuerpos de las víctimas. Se trata de localizar a los más graves. Su misión es aplicarles los primeros auxilios y enviarlos en ambulancias al hangar de los bomberos. A éstos se les distingue por una etiqueta roja, y tienen preferencia absoluta. El objetivo es evitar muertes durante la evacuación. A ellos les siguen los heridos graves, con distintivo amarillo.

Diez minutos después de producirse el accidente se sabe que aproximadamente la mitad de los ocupantes han resultado muertos o heridos muy graves. Los ilesos son trasladados a la sala de llegadas y son atendidos por personal de Iberia. Los cadáveres quedan en el área de socorro, a la espera del levantamiento por parte de la autoridad judicial.

Todo funcionó

A la una de la tarde ha quedado definitivamente despejada la zona, con el resultado mencionado. El objeto simulador siniestrado, formado por los chasis de dos autobuses, dos furgonetas y un turismo, deja sobre la pista las cenizas del incendio.Los muertos y heridos han sido soldados voluntarios de una compañía del Ejército de Tierra que colaboró también en las tareas de rescate y acordonamiento de la zona siniestrada, junto con fuerzas de la Guardia Civil y la Policía Nacional.

Todo ha funcionado, en principio, a la perfección, aunque falta por emitir el informe final. Los representantes de las compañías aéreas y directores de aeropuertos, presentes durante el siniestro, no hacen comentarios. Los próximos aeropuertos que serán puestos a prueba serán los de Sevilla, Vigo y Menorca.

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