Incidentes al reanudarse las clases en la Universidad Popular de Torrejón de Ardoz

Las clases de la Universidad Popular (UP) de Torrejón de Ardoz se reanudaron ayer, aunque se produjeron varios incidentes que impidieron que la situación en el centro pudiera calificarse de normal. El Ayuntamiento ha contratado, a través de la oficina de empleo de la localidad, a trece personas para que sustituyan a los 18 monitores -seis a los que no se renovó el contrato y 12 despedidos por solidarizarse con los primeros- que protagonizaron un encierro durante la pasada semana, lo que obligó al cierre de la UP.El director de la UP, Francisco García Lorca, convocó ayer dos asambleas, por la mañana y por la tarde, para explicar la postura de la dirección en el conflicto. Por la mañana, mientras se celebraba la asamblea, varios de los monitores despedidos ocuparon el vestíbulo del edificio y dieron clase allí mismo a un grupo de unos 50 alumnos que, desde el principio, se han mostrado solidarios. Poco después llegó un grupo de policías municipales, que montó guardia en el vestíbulo y obligó a desalojarlo. En la puerta de la calle montaba guardia otro grupo de policías nacionales.

Los policías municipales intentaron sacar del edificio a la fuerza, aproximadamente a las 13.30 de la tarde, a dos monitoras. La resistencia de las mismas, los gritos y el barullo atrajeron a una treintena de alumnos, quienes cruzaron palabras muy duras con los policías municipales.

El alcalde de Torrejón de Ardoz, José de Cruz; el concejal de Educación, Antonio Sánchez Doncel, y el director de la UP afirmaron en el transcurso de una conferencia de prensa que los despidos de los 12 monitores solidarios con los seis a quienes no se renovó el contrato estuvieron motivados por su actitud cerrada al diálogo y de presionar al Ayuntamiento fuera de los cauces instituidos. El concejal resaltó que los despedidos hicieron caso omiso de los delegados de curso o del comité de trabajadores y optaron por la vía de los hechos consumados. El Ayuntamiento, añadió el alcalde, ha creado en tres años más de 500 puestos de trabajo, de los que casi el 70% son de carácter fijo, pero, por causas presupuestarias, "el Ayuntamiento no puede incluir en sus plantillas a todos los trabajadores eventuales que contrata".