_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Artificial

El cambio de fórmula en la composición y sabor de la Coca-Cola, al cabo de un siglo de recia tradición química, no ha levantado las oleadas de indignación que yo esperaba. Solamente el otro perfil del Jano refrescante, la Pepsí, aprovechó el adulterio para lanzar el eslogan perverso y perfecto: "Después de tantos años de estar mirándonos a los ojos, ahora bizquean".Ocurrió lo mismo con la drástica adulteración en la fórmula de los optalidones, ya denunciada aquí: ni una sola protesta, el más absoluto silencio callejero cuando se supo que los batas blanca de Sandoz, hostigados por los puritanos farmacólogos del PSOE, le habían escamoteado a la gragea rosácea aquellos colocantes 0,050 gramos de butalbital. Esta indiferencia popular ante los constantes atentados que sufre el rico acervo antinatural del hombre me confirma en la urgencia de crear una plataforma cívica para la defensa de¡ patrimonio artificial.

Con la misma razón que existe una ecología de la naturaleza, yo defiendo la necesidad de una ecología del artificio. Que evite la degradación de esa otra parte nada desdeñable del patrimonio bioquímico de¡ hombre y proteja los grandes logros innaturales de la civilización para que nuestros nietos sepan de qué artificios y simulacros fuimos capaces. Y lo propongo en estos momentos de fanatismo naturalista, cuando al urbanícola fin de siglo, rechazando siglos de adaptación al medio ambiente artificial, le ha entrado la manía de respirar, beber, comer, follar y trotar al modo de los primeros pobladores de¡ planeta.

Sería una plataforma para la protección del sabor primitivo de la Coca-Cola, el ketchup, la gaseosa y los platos combinados; que se opusiera a la adulteración de los productos farmacéuticos, amparara el tabaco y otras creaciones humanas por el estilo contra la obscena moda light y defendiera sin desmayo la calidad de las flores de poliuretano, la pureza antigua de¡ aire acondicionado, la vieja reciedumbre del plástico, el olor ancestral de colonias y desodorantes, la crudeza primitiva del neón y el equilibrio ecológico de¡ asfalto metropolitano. Es posible que se confundiera con la muy cívica asociación para una muerte dulce, pero por naturaleza los humanos no somos nasciturus, sino moriturus.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_