Un policía nacional murió anoche de un disparo en el atraco a la cafetería de un supermercado de Parla
El policía nacional Miguel Breganciano, de 35 años, falleció ayer de un disparo efectuado por un hombre de baja estatura que iba encapuchado y que, en compañía de otro cómplice, atracó a las 30 personas que, pasadas las diez de la noche, celebraban una despedida de soltero en la cafetería del supermercado Vendemás SA, de la localidad de Parla. Los atracadores se apoderaron de la pistola del agente y de unas 4.000 pesetas antes de darse a la fuga. También ayer falleció Joaquín Gordo Sánchez, de 36 años, herido el pasado martes en el transcurso de otro atraco ocurrido en Parla. La asociación gremial de comerciantes ha convocado un cierre de una hora de duración en coincidencia con el entierro de su compañero.
Miguel Breganciano, policía que había salido poco antes de servicio de la comisaría de Parla, se encontraba con los empleados del supermercado Vendemás en una fiesta privada para celebrar que Felipe González Hernando, uno de los propietarios de la empresa, se casa el domingo. El policía, amigo del propietario, había ido a tomar una copa en la cafetería del supermercado, que se halla en la calle Reina Victoria, 2, a unos 500 metros de la comisaría de Parla, y que en ese momento estaba cerrada al público.Sobre las 22 horas, llamaron a la puerta metálica, que da a un callejón, y uno de los que se encontraba en el interior abrió, pues se esperaba a más invitados. Dos jóvenes, uno de 1,60 metros, armado con una pistola, y otro de 1,75 metros, con pantalón blanco a rayas, que esgrimía un cuchillo, entraron y gritaron: "Esto es un atraco, todos al suelo".
Las reacciones de los asistentes a la fiesta fueron diversas: unos se tiraron al suelo, otros corrieron hacia la cocina y tres o cuatro se metieron en los servicios, situados casi frente a la puerta por donde habían entrado los asaltantes. Entre estos últimos se metió Miguel Breganciano, pero el hecho de ir vestido de policía, aunque encima llevara una cazadora particular, hizo que el que portaba la pistola saliera en su persecución.
Los que estaban en el exterior oyeron la pregunta: "¿Qué llevas ahí" y la respuesta: "Nada". Luego, un pequeño forcejeo y un disparo. Instantes después salía el asaltante con su arma y la pistola del policía en su funda. Tras enseñársela a su cómplice, los delincuentes, que mostraron signos de nerviosismo, cogieron unas 4.000 pesetas que les dieron dos de los que estaban en el suelo y huyeron no sin antes amenazar de muerte al primero que les persiguiera.
Según informó el propietario del comercio, cuando entraron en el servicio de señoras donde se había producido el disparo, Miguel Breganciano parecía estar ya sin vida. Avisada la Policía y trasladado urgentemente a la Residencia Sanitaria Primero de Octubre, el policía, que, según parece, había sido alcanzado en la cabeza, ingresó cadáver. Según informó el propietario del supermercado, el policía estaba casado y tenía dos hijas.
También en el Primero de Octubre falleció ayer Joaquín Gordo, hijo del propietario de una tienda de decomisos de la localidad. La noticia de su muerte provocó indignación y preocupación entre los comerciantes de Parla.
El suceso en el que Gordo fue herido se produjo a las 14 horas del pasado martes, cuando un hombre no identificado de veintitantos años penetró, armado con un revólver, al parecer del calibre 38, en la tienda de decomisos situada en el número 63 de la calle de San Roque, en Parla. En el establecimiento se encontraban Joaquín Gordo, hijo del propietario, y un empleado llamado Manuel Iglesias Mosquera, de 19 años.
Al parecer, los atracados opusieron resistencia al delincuente, con el que llegaron a enfrentarse. Éste comenzó a disparar y alcanzó a Joaquín Gordo en el abdomen y en el pie derecho, y a Manuel Iglesias, de refilón, en el hemitórax y el brazo derechos. El delincuente salió huyendo a pie.
Un desconocido llamó de inmediato por teléfono a la comisaría de Parla, pero cuando los funcionarios llegaron a la tienda los heridos ya habían sido trasladados por particulares a la ciudad sanitaria Primero de Octubre. Gordo fue ingresado en grave estado en la Unidad de Vigilancia Intensiva y falleció durante la madrugada de ayer. Manuel Iglesias fue curado de sus heridas y ayer mismo fue dado de alta.
La muerte del comerciante ha causado consternación entre la población de Parla, 70.000 habitantes de origen modesto y 1.300 comercios, según ha manifestado el alcalde de la localidad, el socialista Francisco González. El alcalde se entrevistó ayer con Francisco García, presidente de la Asociación de Comerciantes de Parla, que le informó que los establecimientos de la localidad cerrarán durante una hora para testimoniar su dolor y protesta y permitir una masiva asistencia al entierro del compañero muerto, que se efectúa hoy.
El equipo de gobierno municipal celebró ayer varias reuniones para tratar de la situación creada por ambos sucesos.
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