El funeral por 27 vícimas del racismo surafricano culmina con otras dos muertes

Otros dos jóvenes negros murieron a manos de la policía el sábado, horas después de una concentración de decenas de miles de personas en el funeral por las 27 últimas víctimas de la violencia racial en Suráfrica, incluidos los 19 muertos por la policía.

El número de muertos durante los incidentes del pasado fin d semana en varias ciudades del país se eleva a siete. Entre los asistentes a los funerales se encontraba el obispo y premio Nobel de la Paz Desmond Tutu, quien lamentó que tengan que morir muchas más personas antes de que los blancos y los negros puedan ser libres en Suráfrica.

Los periodistas estimaron que el número de asistentes a los funerales fue de 30.000, aunque otras fuentes lo elevaban hasta 50.000. La multitud se reunió en la localidad de Kwanobuhle, cerca de Langa, donde la policía mató a 19 personas en un actuacíón que mereció la condena de la comunidad internacional.

Mientras se celebraban estos actos, la policía y el Ejército cortaron todos los accesos a la ciudad de Uitenhage, una ciudad de blancos cuya industria de automóviles utiliza a los habitantes negros de Kwanobuhle y Langa como fuerza de trabajo.

Según un portavoz oficial, una multitud particularmente violenta" de alrededor de 500 personas se concentró junte, a la casa de un policía negro, en el gueto de Uitenhage, Zeletsia, con intención de matarle. Las fuerzas del orden abrieron fuego contra los manifestantes, hiriendo a cuatro negros, dos de los cuales, de unos 20 años de edad, murieron durante el traslado al hospital.

El viernes por la noche, dos negros fueron abatidos por disparos (le la policía en Zwide (cerca de Port Elizabeth) y un tercero en la localidad próxima de Kwazakele.