El Banco de España advierte a las cajas de ahorro que dejen de crecer y ajusten sus costes de funcionamiento

El Banco de España ha advertido a todas las cajas de ahorro, mediante comunicaciones generales y concretas a cada una de ellas, que en este año deben ajustar sus costes de funcionamiento. Al mismo tiempo, la autoridad monetaria les ha recomendado que dejen de crecer en la forma en la que lo han venido haciendo en los últimos ejercicios. A estas recomendaciones generales han seguido advertencias concretas a un buen número de cajas de ahorro, por encima de la docena, en la que se explicitan otras condiciones que deberán cumplir las entidades financieras.

En el marco de esta situación, algunos sectores más críticos del PSOE mantienen las mismas posiciones que la autoridad monetaria, lo que no suele ocurrir con frecuencia, y el próximo día 16 está previsto que se celebre una asamblea de las cajas para discutir sobre la modificación de la normativa de expansión fuera de las regiones de origen. Las cajas de ahorro vienen manteniendo desde hace un par de años un notable esfuerzo por lograr aumentar su cuota de mercado dentro del conjunto del sistema financiero español. En esta línea, están forzando al máximo la retribución de los pasivos que captan, no se han incorporado al proceso de bajada iniciado por las instituciones bancarias, y mantienen, además, un crecimiento de oficinas muy superior al que han venido registrando los bancos.

Críticas al esfuerzo

Este esfuerzo en el crecimiento y la expansión ha merecido las críticas del propio gobernador del Banco de España, Mariano Rubio, quien en su comparecencia ante el Congreso de los Diputados señaló que si las cajas de ahorros mantenían esta actitud podían acabar apareciendo problemas importantes en varias cajas de ahorro. La mayoría de las cajas de ahorro tiene un coeficiente de garantía (relación entre recursos propios y pasivos de las entidades) bastante bajo y que, salvo en muy contadas excepciones, no se adaptará a las nuevas disposiciones que están a punto de entrar en vigor y que relacionan los recursos propios con los activos.

Ello ha forzado a que el Banco de España recomiende a estas instituciones que aumenten la dotación de reservas con cargo al ejercicio pasado, disminuyendo las cantidades destinadas a obra social. Y, al mismo tiempo, y de forma paralela, se empiece a tomar medidas para reducir los costes de funcionamiento, de tal manera que garanticen la obtención de unos excedentes estables en los próximos ejercicios.

Alto nivel salarial

Las cajas de ahorro mantienen unos niveles salariales más elevados que el resto del sector Además de ello -y esto está causando una fuerte preocupación-, siguen recogiendo en los convenios colectivos el compromiso de estas instituciones de garantizar a los trabajadores, que en el momento de su jubilación recibirán un complemento a cargo de las cajas de ahorros de forma que se siga recibiendo el 100% del salario percibido hasta el momento del retiro, revalorizándose las pensiones actuales según el coste de la vida. Esto, que en la banca empieza a preocupar a pesar de que dejó de tener vigor para los trabajadores contratados a partir de 1981, tiene mayor peso para las cajas de ahorro por las mayores prestaciones a que están obligadas.

Las recomendaciones y advertencias que ha hecho la autoridad monetaria a las cajas de ahorro se refieren también, para casos específicos, a la negativa a que abran nuevas oficinas, a que agilicen el cobro de los morosos y a que intenten reducir los costes de personal con incrementos menores de salarios en los convenios que se pacten en el presente año.

Contra la expansión

Con este marco negativo el próximo día 16 las cajas de ahorro celebrarán una asamblea en la Confederación Española de Cajas de Ahorro. La asarimblea tiene como objeto tratar de encontrar una solución parcial a los problemas planteados por algunas de estas instituciones que quieren que se modifique la actual normativa sobre apertura de sucursales fuera de la región en la que actúan prioritariamente. Ni el Banco de España ni algunos sectores del partido socialista tienen deseos de que esto sea una realidad, dados los problemas que existen en buena parte de ellas. Mientras que la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) propondrá que las cajas de ahorros puedan abrir sucursales en las localidades de más de 200.000 habitantes, y en un número que no supere el 5% del total de oficinas, algunas cajas de ahorro -como la de Madrid y la de Barcelona- propusieron en la asamblea anterior que dado que se considera que la inversión de las cajas está regionalizada cuando mantienen el 75% de su inversión en la región de origen, se debería llegar a proponer que se mantuviera esa misma proporción a la hora de establecer el número máximo de oficinas a abrir fuera de las regiones de origen.

Algunos sectores del partido socialista consideran que ambas proposiciones son descabelladas. Y defienden que las cajas de ahorro deben orientar su esfuerzo enrecuperar su posición regional, en la línea de lo que hace la mayor parte de las cajas de ahorro en la Comunidad Económica Europea.

Pérdida del norte

Para estos sectores del PSOE, la ruptura de los límites de expansión territorial sólo perjudicará a las cajas de ahorro pequeñas, que se verán incapaces de competir, no ya con los bancos, con los que lo vienen haciendo en la actualidad, sino también con las grandes cajas, que podrán proporcionar unos servicios financieros a los que no tengan acceso, por su tamaño, las cajas pequeñas. Para estos sectores las cajas de ahorro han perdido el norte de lo que debe ser su actuación prioritaria, y algunos casos recientes no vienen sino a confirmarlo. Las cajas de ahorro han dejado de cumplir su función prioritaria -realizar inversión crediticia a colectivos sociales a los que ahora se está abandonando- para dedicarse a realizar inversiones especulativas en los mercados de valores, que pueden proporcionar plusvalías importantes en algunos casos, pero que también producen quebraderos fuertes de cabeza, como el reciente caso del agente de bolsa Alejo Buxeres, en el que las cajas perdieron cerca de 5.000 millones de pesetas.

Al margen de estas desviaciones, para los críticos del PSOE las cajas de ahorro se dedican a la inversión financiera, compra de pagarés del Tesoro y otros activos del sector público y de empresas privadas, en lugar de proporcionar créditos a las economías domésticas y a las pequeñas y medianas empresas que es, en definitiva, su objetivo prioritario.

Fusión de cajas

Por ello se oponen a que se modifique la actual regulación sobre expansión territorial y piensan que es el momento de que se aborde de una vez por todas la posible fusión de algunas cajas de ahorros que tienen marcos de actuación claramente convergentes, como los casos de cajas que actúan en la misma provincia o en la misma región. Otra forma de potenciar a estas cajas es poner en funcionamiento las federaciones regionales que aborden la prestación de servicios financieros conjuntos para todas las cajas en lugar de que los instrumenten cada una por su lado.