Diputadas del Parlamento Europeo critican la sentencia del Tribunal Constitucional

"La decisión del Tribunal Constitucional español sobre la despenalización parcial del aborto supone un paso atrás y demuestra, una vez más, que el macho dominante controla la situación de la mujer", dijo ayer Christine Crawley, presidenta de la comisión de los derechos de la mujer del Parlamento Europeo, en la conferencia que desarrollaron en Madrid diputadas socialistas de esta institución con mujeres españolas.

Las parlamentarias europeas acogieron "como un jarro de agua fría", en frase de la diputada catalana Anna Balletbó, la sentencia del Tribunal Constitucional sobre la ley de despenalización parcial del aborto, que hizo reflexionar a la alemana Heidi Wieczorek-Zeul, Heidi, la roja, sobre la necesidad de que España aplique "las directrices mayoritarias de la Comunidad Económica Europea desde enero de 1986. En el Parlamento Europeo hay criterios generales sobre los derechos de la mujer y la idea básica del derecho de las mujeres a su propio cuerpo y a decidir el número de hijos que desean".Al término de la conferencia, su presidenta, la directora general del Instituto de la Mujer, Carlota Bustelo, leyó un comunicado de este organismo en el que se afirmaba que el nuevo retraso que para la entrada en vigor de la ley representa la incorporación de los requisitos exigidos en el fallo del Tribunal Constitucional "significa una lesión muy grave de los derechos de las mujeres en situaciones de extrema necesidad como las contempladas en la ley aprobada por las Cortes", máxime cuando tal retraso "viene a sumarse a los 15 meses empleados por este Alto Tribunal en su pronunciamiento".

"Las garantías exigidas por el Tribunal Constitucional deben ser incorporadas con la máxima urgencia, con procedimiento similar al que se utilizó en la Ley del Proceso Autonómico. Al margen de interpretaciones políticas interesadas, las mujeres españolas deben saber que podrán interrumpir su embarazo, en los casos previstos por la ley, con plena legalidad y en las condiciones sanitarias adecuadas, tan pronto como se lleven a cabo las modificaciones no sustanciales requeridas en el fallo del Tribunal Constitucional". Bustelo criticó lo que supone "un retraso más en la modificación de un Código Penal surrealista, que es uno de los más duros del mundo en relación al aborto".

La parlamentaria británica Carole Tongue expresó su opinión con una pregunta: "¿Cuántas mujeres hay en el Tribunal Constitucional? Si son hombres quienes aprueban las leyes sobre los derechos de la mujer, es imposible avanzar y aquí hemos visto la prueba". La única magistrada del tribunal, Gloria Begué, votó a favor de la sentencia. La holandesa Ien van den Heuvel, presidenta de la subcomisión de derechos del hombre del Parlamento Europeo, señaló que había quedado claro que la ley "no está en contra de la Constitución española" y se mostró convencida de que "ni el conservadurismo ni el chovinismo machista pararán el desarrollo de los derechos de la mujer".