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Gorbachov propone reducir las plantillas de los ministerios

Pilar Bonet

Una reducción de plantillas en los ministerios y en la dirección de la industria es una de las principales medidas anunciadas por el nuevo líder soviético, Mijail Gorbachov, en un discurso que ha sido considerado por los observadores políticos en Moscú como un verdadero programa de lo que va a ser la política económica soviética en el futuro.

El discurso, pronunciado ante responsables industriales y agrícolas de todo el país, apareció ayer íntegramente en la Prensa, aunque databa del pasado lunes y sólo había aparecido en versión resumida el día siguiente. La demora, que no ha sido explicada, ha sido atribuida por algunos observadores a la necesidad de contar con el refrendo del Politburó ante un texto que implica una reducción de la burocracia y una mayor disciplina y exigencia que conciernen especialmente a los cuadros dirigentes. La intervención de Gorbachov era ayer objeto de comentario tanto en medios soviéticos como entre los observadores occidentales en Moscú. La impresión más generalizada era la de hallarse por primera vez en muchos años ante un intente, de vincular el nivel de lo oficial con la práctica económica real. Mientras un funcionario soviético, que se mostraba desilusionado y escéptico en tiempos de Chernenko, daba muestras incluso de euforia, fuentes occidentales no sospechosas de simpatía hacia la URSS calificaban el texto de fascinante (sic). Un economista occidental afirmaba que las palabras de Gorbachov "no tienen desperdicio".

En lo que parece ser una luz verde a los tecnócratas y a los cuadros altamente cualificados, Gorbachov se manifestó partidario de abrir un horizonte a la iniciativa y a la actividad creativa de la gente. El líder soviético dijo que los resultados del primer trimestre de 1985 son insatisfactorios y el ritmo de producción insuficiente. Del incremento "sin dilación" de esta producción depende, dijo, "el desarrollo del país, el reforzamiento de la capacidad defensiva y la mejora de la vida del pueblo soviético.

Autonomía para las empresas

El lider soviético se pronunció por una mayor autonomía de las empresas, por la continuación y ampliación del experimento económico y por liberar a los cuadros de "las instrucciones malas y redundantes, disminuyéndoles la necesidad de rendir cuentas liberándoles de papeleo. "No todos los dirigentes están preparados psicológicamente para tal cambio", sentenció. La palabra disciplina se repitió en numerosas ocasiones en el discurso que hizo hincapié en la necesidad de aprovechar mejor, de grado o por fuerza, los mecanismos económicos existentes y hasta ahora mal utilizados. Intercalando preguntas sobre las causas de las deficiencias, Gorbachov se preguntó cómo es posible que empresas que producen mal "viven normalmente en la URSS e incluso florecen". La demora en la difusión del texto íntegro del discurso se vincula a la necesidad de contar con el apoyo del Politburó, donde las medidas anunciadas podrían haber sido motivo de objeción. Fuentes bien informadas seguran que en la reunión del Politburó que eligió a Gorbachov como secretario general faltó el apoyo de cuatro miembros de la institución. Vladimir Cherbitski, que regresaba de su interrumpido viaje a EE UU, se hallaba ausente, y Din Mujamed Kunaiev lo estaba también, señalan las fuentes. Según éstas, el jefe del Gobierno, Nikolai Tijonov, propuso a Víctor Grishin, jefe del partido en Moscú, como candidato. La intervención de Gromiko -una defensa de la figura de Gorbachov en diferentes ámbitos de la gestión política- habría contribuido finalmente al consenso alcanzado, sin votación, lo que explicaría la terminología utilizada oficialmente para dar a conocer la elección.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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