Feminismo y ciencia
En relación al artículo La ciencia y la revolución de las mujeres, firmado por Lidia Falcón y aparecido el 24 de marzo en su periódico, me gustaría aclarar algunos conceptos. Supongo que con el término aminoacidopatías se refiere a determinadas enferniedades metabólicas producidas por deficiencias o anomalías de enzimas específicas que intervienen en el metabolismo de los aminoácidos y responden a anormalidades en los genes que las codifican. Esto no tiene nada que ver con las- hormonas de las que habla Lidia Falcón.Cuando habla del origen genético de las malformaciones enumera como causas: "Genes anormales, alteraciones cromosómicas y factores ambiertales". Los factores ambientales pueden dar origen a alteraciones en el material genético que produzcan las malformaciones hereditarias, pero no son causa directa de ellas por sí solas.
Se denomina elónico a un ser idéntico, genéticamente hablando, a su progenitor. Es decir, es el que se ha desarrollado a partir del material genético de un solo progenitor, y no, como dice la señora Falcón, "el que se ha formado a partir de la célula de una sola persona sin necesidad de fecundación por el sexo contario". La autora del artículo tiene una confusión bastante considerable para afirmar que el logro de reproducción clónica en ratones es una noticia falsa. Illmensee y Hoppe en 1981 consiguieron introducir núcleos de blastocistos en óvulos fecundados, de los que se extirparon posteriormente los pronúcleos masculinos y femeninos, de forma que la única información genética nuclear existente en los embriones que se desarrollaron era la proveniente de los blastocistos. Y esto no es en absoluto "la introducción de una célula de una rata negra en la célula de una rata blanca". Por último, personalmente opino que el feminismo de Lidia Falcón es como si los negros pretendieran liberarse de la discriminación racial recurriendo a la ciencia para que les cambie la pigmentación de su piel-
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