El rechazo al 3% obliga a debatir el sistema de financiación de las comunidades dice Leguina

"El tema del 3% ha puesto sobre la mesa un debate que hay que realizar sobre cuál va a ser el sistema de autonomía financiera de las comunidades a partir de ahora. Si va a ser a base de participación en los ingresos, que es un modelo poco autonómico y llorón, o si se pueden poner impuestos y cargar con la responsabilidad que ello representa", dijo anoche Joaquín Leguina, presidente del Gobierno regional de Madrid, en una cena-coloquio en el Club Siglo XXI.

La cena se produjo después de que Leguina pronunciara una conferencia sobre Viejas y nuevas ideas de la izquierda. Asistieron tres ministros -José Barrionuevo, Javier Solana y Tomás de la Quadra; estos dos últimos se marcharon tras la conferencia-, el subsecretario de Estado de Economía y Hacienda, José Borrell, y el subsecretario de Interior, Rafael Vera, así como numerosos políticos. En el coloquio posterior José Borrell preguntó a Leguina "si es consciente del servicio político que ha prestado con su decisión de llevar adelante una idea que puede ser, al menos políticamente, ruinosa", antes de afirmar que "las autonomías tienen un poder de extraer recursos. Hace cinco meses las comunidades pedían a Hacienda un aumento en el porcentaje de participación en los ingresos del Estado y entonces nadie protestó, ni se recogieron firmas ni nadie dijo que, si ese porcentaje aumentaba, habría que aumentar los impuestos a todos los españoles", afirmó Borrell.

Leguina, que defendió el recargo sobre el impuesto de la renta como mejor sistema que el de la cesión de tributos, manifestó que el tema del 3% podía causar un grave problema. "Si el Tribunal Constitucional considerara inconstitucional la ley del Fondo de Solidaridad Municipal, la primera ley que cae a continuación por su peso es la del Fondo de Compensación Interterritorial, que salió aprobada en las Cortes con el voto favorable de todos los partidos y únicamente con la abstención del Grupo Popular, pues en ella se fija la posibilidad de que las comunidades establezcan recargos y fija concretamente que sean sobre la renta" dijo Leguina.

"En Madrid hay zonas de gran pobreza y con necesidad de fuertes inversiones; con vecinos que pisan barro, no tienen luz en sus calles y no tienen vivienda. Esos problemas hay que arreglarlos y yo pregunto cuál es la solución", dijo el presidente del Gobierno regional.

José Barrionuevo, que cerró el coloquio, manifestó su apoyo a Leguina: "Mi consejo es que hay que aguantar. Te ha pasado como en el juicio de Galileo y, a pesar de los pesares, tenías razón".

"Un capote"

Carlos Ruiz Soto, presidente de Alianza Popular de Madrid capital, declaró ayer que el primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de la capital, el socialista Juan Barranco, "ha querido echar un capote a Joaquín Leguina, presidente de la Comunidad autónoma, para que las críticas de la opinión pública reviertan ahora sobre él y se olviden por unos días de la deteriorada imagen de Leguina después del asunto del recargo autonómico". Ruiz Soto aludió a las declaraciones de Barranco en las que pidió a Hacienda que no pague el sueldo a Joaquín Ruiz-Giménez, defensor del pueblo, hasta que el Tribunal Constitucional se pronuncie sobre la ley del recargo del 3%. Las críticas al Defensor del Pueblo demuestran, según el dirigente aliancista, que "los socialistas querían para el cargo a una persona más afín con su ideología o que fuera más manipulable por el partido". Para Ruiz Soto es la segunda vez en muy pocos días que se intenta descalificar una institución constitucional. "Primero fue Leguina y ahora Barranco, su principal defensor".

Ruiz Soto, que presentó como prueba de que su partido ha recogido más de 300.000 firmas contra el recargo del 3% el certificado de entrega del jefe de registro del Defensor del Pueblo, declaró: "Alianza Popular ha demostrado que tiene más capacidad de movilización que el PSOE, cosa que no es de extrañar, puesto que en Madrid les doblamos en número de militantes".

La comparación de las firmas del 3% con las recogidas por el PSOE contra la OTAN obligan, según Ruiz Soto, a un jocoso comentario: "Barranco puso las mesas en la calle para sacar a España de la OTAN y ahora que gobiernan van a tener que volver a ponerlas para quedarse en ella". El presidente de AP de Madrid, que calificó la actitud del Defensor del Pueblo como "ejemplar", aseguró: "Cuenta con el agradecimiento de todos los madrileños al actuar en su nombre para quitar el leguinazo".

A su vez, el Grupo Popular del Ayuntamiento expresó "su enorme desagrado por las, una vez más, inoportunas y temerarias declaraciones del primer teniente de alcalde, que han servido para desacreditar a la corporación municipal y a la comunidad".

Para el Grupo Popular la actitud de Barranco está en correspondencia con la pérdida de nervios del presidente Leguina. La oposición municipal "sólo desea que Barranco modere su habitual forma de expresarse para no vernos permanentemente en la obligación de corregirle".