Victoria reaccionaria, según las feministas
Empar Pineda, responsable de la Comisión Pro Derecho al Aborto del Movimiento Feminista de Madrid, considera que la sentencia del Tribunal Constitucional "es la mejor demostración de que los sectores más reaccionarios de este país son enemigos acérrimos de los derechos de las mujeres" y que demuestra "la hipocresía de cerrar los ojos a la realidad de miles y miles de mujeres que siguen abortando en este país, a pesar de todo tipo de prohibiciones".Según Pineda, la situación muestra también que la política que ha seguido el Gobierno socialista "de hacer concesión tras concesión en un derecho como el derecho al aborto es la peor de las políticas, porque ni siquiera así los sectores reaccionarios se han visto satisfechos".
Carlota Bustelo, directora del Instituto de la Mujer, mostró estupor, asombro y gran preocupación por que en un país como España, que se encuentra a punto de entrar en la Comunidad Europea, se tarde tanto tiempo en legislar sobre un derecho de las mujeres". A su juicio, en España "estamos en un nivel muy bajo respecto a otros países, donde la democracia cristia na o personalidades como Simone Veil han conseguido una regulación adecuada, mientras aquí, que tenemos un Gobierno de izquierda, pero moderado me parece increíble que no se pueda sacar una ley que, a mi juicio, es absolutamente moderada",subrayó.
Por otra parte, la Coordinadora de Grupos de Mujeres de Barcelona ha convocado para el próximo día 25 una manifestación de protesta por la decisión del Tribunal Constitucional. Un portavoz de la mencionada coordinadora afirmó que la declaración de inconstitucional¡dad de la ley del aborto supone .un recorte de las libertades, inclusive de las socialistas".
Carmen Sarmiento, dirigente del Partido Feminista, cree que se trata de "una decisión anticonstitucional del Tribunal Constitucional , que refleja que el fascismo sexual no ha desaparecido en nuestro país ni de nuestras instituciones". Subraya que es además "clasista", ya que abortar en Londres o en otra capital europea cuesta 60.000 pesetas, una cantidad que no está al alcance de cualquier mujer, lo que llevará a que el año que viene 300.000 mujeres sean consideradas delincuentes por abortar clan destínamente.
