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El saneamiento de las cajas rurales ha exigido créditos por 65.000 millones de pesetas

La Administración ha concedido préstamos por un total de casi 65.000 millones de pesetas para proceder al saneamiento de las cajas rurales en las que se han detectado hasta ahora problemas patrimoniales que ponían en peligro la supervivencia de dichas instituciones. De este total, 42.000 millones corresponden a anticipos del Banco de España al Fondo de Garantía de Depósitos en Cooperativas de Crédito, y el resto es un préstamo extraordinario concedido por el Gobierno a la Unión Territorial de Cooperativas del Campo de Jaén y a la Cooperativa Agrícola Provincial de Jaén (CAP). Estas dos cooperativas obtuvieron en 1984 unos resultados positivos de explotación de 556 millones de pesetas.

La crisis de las cajas rurales se inició en 1982 con el descalabro sufrido en la Caja Rural de Jaén, de la que dependían financieramente la Unión Territorial de Cooperativas del Campo y la Cooperativa Agrícola Provincial, ambas de Jaén, y se extendió como una mancha de aceite a otras 20 instituciones de crédito rural. La concentración de riesgos y la realización de operaciones crediticias que no tenían nada que ver con las que obligatoriamente tienen que realizar este tipo de cajas fueron las causas básicas de los agujeros patrimoniales detectados.

La importancia que para la provincia de Jaén tenían las dos cooperativas hizo que el Gobierno instrumentara un crédito extraordinario por valor de 23.160 millones de pesetas que equilibraba patrimonialmente a ambas sociedades al tiempo que se decidía la intervención de ambas y de la Caja Rural de Jaén. En 1982, las pérdidas de Uteco-Jaén y de la CAP ascendieron a 4.700 millones de pesetas; dos años después, y como consecuencia del plan de viabilidad puesto en marcha tras la intervención, se ha pasado a números negros por un montante de 556 millones de pesetas.

El Fondo de Garantía de Depósitos en Cooperativas de Crédito, al que se le reforzó en 1984 dada la profundidad de la crisis por la que pasaba buena parte de las entidades a él acogidas, ha recibido 42.342 millones de pesetas de anticipos del Banco de España para poder hacer frente a las obligaciones contraídas en el plan de saneamiento de 20 cajas rurales.

El plan diseñado por una comisión interministerial presidida por el presidente del Banco de Crédito Agrícola (BCA) suponía la concesión de créditos a bajo tipo de interés a las entidades en dificultades y la adquisición por parte del fondo de garantía de diversos activos para que entraran en rentabilidad las cajas rurales.

Los préstamos concedidos ascienden a 36.000 millones de pesetas, y las pérdidas estimadas en los activos adquiridos por el fondo se cifran en 4.500 millones de pesetas -prácticamente la totalidad de lo adquirido a la Caja Rural Nacional, la de Santander y la de Palencia-, de los que ya han sido dotados a lo largo de 1984 una tercera parte.

El plan de saneamiento inicial se basaba en un compromiso de actuación conjunta de las cajas rurales con el Banco de Crédito Agrícola, que gestionaría la tesorería de las entidades y a cambio esas cajas servirían de red secundaria para el desarrollo del trabajo del banco oficial. Una vez terminado el plan de saneamiento, de cirico años de duración, las cajas rurales podrían separarse del Banco de Crédíto Agrícola o seguir dentro delconsorcio.

Integración en cajas mayores

En estos momentos se considera como probable que algunas de las cajas rurales que se están saneando sean ad.quiridas por otras entidades similares, de mayor volumen y completamente sanas, o que pasen a formar parte de algunas cajas; de ahorro que están interesadas en crecer por esta vía. De hecho, algunas de las cajas rurales integradas en el consorcio con el Banco de Crédito Agrícola son inviables en la práctica, a pesar del plan de saneamiento, y ello exigirá su integración en estructuras mayores que puedan absorberlas sin dificultades. Durante 1984, dos cajas de ahorro, la de Madrid y la de Alicante y Murcia, se han hecho cargo de dos cooperativas de crédito cuya situación patrimonial era negativa. Las cajas de ahorro se han comprometido a quedarse con el activo y el pasivo de esas cooperativas, así como con el personal, y a cambio han recibido del fondo de garantía préstamos a tres años por un total de 1.040 millones de pesetas.

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