EE UU presiona a Europa para que reactive su economía y reduzca el proteccionismo

Estados Unidos urgió ayer a los países europeos y a Japón a aplicar una política económica claramente expansionista y a abrir sus mercados al comercio procedente de las naciones más endeudadas del mundo en desarrollo. La delegación norteamericana en la conferencia anual de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que comenzó ayer en París, presionó asimismo para que se ponga en marcha antes de tres meses una nueva ronda negociadora contra el proteccionismo comercial dentro del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT).

El hecho de que la ralentización en curso de la economía norteamericana haya coincidido con una disminución de las moderadas expectativas de crecimiento económico en Europa occidental se ha convertido en una cuestión de especial preocupación en ambas partes del atlántico. Ayer, la mayoría de los ministros que intervinieron en la reunión ministerial de la OCDE expresó su preocupación por los efectos que ambos hechos puedan tener en los esfuerzos de ajuste en las naciones en desarrollo, especialmente las más endeudadas. James A. Baker, secretario del Tesoro de la Administración Reagan, manifestó que la economía occidental (el conjunto de los 24 países miembros de la OCDE) debía crecer un mínimo del 3,5% en 1985 para que "el proceso satisfactorio en el que están inmersas las naciones endeudadas del Tercer Mundo para salir de su crisis no se resintiera". Baker afirmó que, a menos que las naciones europeas y Japón estimulen sus economías con claras medidas expansionistas, "no existe ninguna garantía de que este objetivo de crecimiento se alcance".

Según la tesis de Baker, el fuerte crecimiento de la economía norteamericana en los dos últimos años (6,8% en 1984) ha sido la causa fundamental de que el déficit por cuenta corriente de los países del Tercer Mundo se haya reducido en 54.000 millones de dólares en el pasado ejercicio y de que muchas de las naciones endeudadas hayan podido cumplir sus obligaciones de pago a tiempo. Según el secretario del Tesoro, Estados Unidos contribuyó en un 50% a la recuperación de las exportaciones procedentes de las naciones en desarrollo, mientras que Europa y Japón apenas abrieron sus mercados a éstas.

El problema de la deuda

Pero esta "evolución satisfactoria del problema de la deuda del Tercer Mundo puede cambiar en l985", ya que, según declaró Baker ante la OCDE, si Europa y Japón no alcanzan su objetivos de crecimiento económico, justo cuando la economía norteamericana se contrae por razones cíclicas, los países en desarrollo se verían en dificil situación para incrementar sus exportaciones y, por extensión, para generar fondos con los que pagar su deuda. Para que este extremo no llegue a materializarse, el representante norteamericano sugirió una doble estrategia para relanzar las economías europea y japonesa mediante claras medidas expansionistas y una paralela apertura de las fronteras al comercio procedente del Tercer Mundo, de forma que éste mantenga su actual ritmo de crecimiento. En línea con la política recomendada por la secretaría general de la OCDE, la expansión en Europa y Japón podría alcanzarse mediante una política de reducciones fiscales, ampliación de las bases impositivas y eliminación de gastos corrientes en el sector público. La estrategia comercial incluiría el levantamiento de las barreras proteccionistas impuestas para defenderse de la crisis, tal como ha sugerido un informe encargado por la OCDE hace dos años y hecho público esta misma semana.

Para Europa, todo el planteamiento es correcto, con la salvedad de que EE UU olvida problemas latentes en la coyuntura actual, tales como el alto valor y la evolución errática del dólar, los permanentes altos tipos de interés reales en los mercados norteamericanos y el hecho de que la cuestión del proteccionismo sea una falacia mientras el dólar mantenga sus actuales elevadas cuotas.