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McDonnell Douglas exige que el Gobierno español pague su oficina en Madrid

Carlos Yárnoz

La firma estadounidense McDonnell Douglas, fabricante de los 72 aviones de combate F-18A adquiridos por España para el programa FACA (Futuro Avión de Combate y Ataque), pretende que el Gobierno español sufrague los gastos de establecimiento y mantenimiento de la oficina abierta el pasado año en Madrid por la citada multinacional bajo el nombre de McDonnell Douglas Española. El Gobierno está decidido a no pagar esos gastos, estimados en unos 200 millones de pesetas anuales.

La pretensión de McDonnell fue planteada al Gobierno español a finales del pasado año, pero el Ejecutivo mostró su radical oposición, según aseguran fuentes de la Administración. La multinacional estadounidense sugirió entonces que los gastos de instalación y mantenimiento de la oficina podían añadirse al coste total de los 72 aviones, por los que España pagará 300.000 millones de pesetas.

Ante este planteamiento, calificado de "totalmente irregular" por las autoridades españolas, altos cargos del Gobierno se pusieron en contacto con la Armada estadounidense (Navy), suministradora de esos aviones a países extranjeros. La Navy ya ha respondido al Gobierno que EE UU respetará el precio final acordado para los 72 aparatos, por lo que los gastos de la oficina de McDonnell Douglas Española no serán añadidos al coste de los cazabombarderos.

La oficina de McDonnell Douglas Española está situada en un lujoso edificio situado en el madrileño paseo de la Castellana. En la misma trabajan técnicos estadounidenses y españoles, así como personal auxiliar español. Inicialmente, la oficina se creó para coordinar las acciones entre el Gobierno español y McDonnell, incluidas las relativas al programa de compensaciones del FACA.

Pretensión "gratuita"

El Gobierno español, que entiende que la pretensión de McDonnell es "gratuita", ha comunicado a las autoridades estadounidenses que no han sido definidas con total claridad las actividades de la oficina, por lo que puede ocurrir, por ejemplo, que el personal destinado en dicha oficina no se límite a realizar acciones relacionadas exclusivamente con el FACA, sino también a promover o gestionar otros de los variados productos que esa multinacional suministra a España, como son los misiles Harpoon, los aviones de despegue vertical Harrier 2 o los aviones de transporte DC-9 y DC-10. El conflicto creado por esta cuestión con McDonnell ha sido calificado de "especialmente delicado" por las autoridades españolas consultadas y fue tratado por el secretario de Estado de Defensa, Eduardo Serra, durante la visita que efectuó a EE UU el pasado mes de marzo. El problema se suma al ya registrado a finales de 1984, cuando McDonnell pretendía demostrar al Gobierno español que las compensaciones económicas por el FACA registradas en 1984 habían ascendido a cerca de 130 millones de dólares (23.400 millones de pesetas), cuando el Gobierno español sólo había computado como tales compensaciones unos 77 millones de dólares (18.860 millones de pesetas).

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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