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Reportaje:

La resurrección de Benidorm

Los turistas nacionales y extranjeros han recuperado el gusto por el sol de la más famosa playa alicantina

¡Cómo se ha puesto Benidorm en la Semana Santa! ¡Está a reventar, con sus 300.000 cuerpos, nacionales y extranjeros, que no han fallado a la cita con el sol! La población flotante flota que es un placer. Unos flotan en el agua, que aún está algo fría, y otros flotan en la arena, entre oasis de palmeras y plantaciones de papeleras.

Benidorm acaba de celebrar el 245º aniversario de la aparición de su patrona, la Virgen del Naufragio. Esta Virgen llegó en la proa de un barco que venía a la deriva. Y ni el temporal ni la quema del buque, por razón de la peste, causaron el menor daño a la imagen.Por eso, los habitantes del pueblo, que entonces eran en su mayoría pescadores, llevaron en volandas a la superviviente de aquel naufragio y la subieron al altar de la iglesia de San Jaume.

Luego vino lo del turismo de masas. En una tabla de surf apareció la imagen del ministro Fraga, quien trajo sobre la misma ola a los constructores, los hoteleros y otros náufragos de la situación, que elevaron altísimos edificios y los llenaron de camas para una, dos, o varias personas físicas.

Y la Virgen del Naufragio dejó de llamarse así y le cambiaron el nombre por el de Virgen del Sufragio, un nombre más universal y como más indicado para la urna y el voto.

Benidorm acoge, pues, a las vírgenes que naufragan y a las que votan, a las vírgenes masculinas y femeninas, a las vírgenes con túnicas y angelitos al pie del manto y a las vírgenes que se quitan el manto y corren, ligeras de ropa, por la mejor playa del litoral. Puede decirse, sin exageración, que Benidorm adora la virginidad.

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Café y matrimonio

La Pascua ha sido florida. De buena mañana, los jubilados se ponen a tomar su café con leche en bares con música en vivo y resucitan al son del acordeón. Vemos a viudos de La Rioja que ligan, a sus 65 años, con separadas, o solteras, del País Vasco. Y ellos meten pierna en el agarrao, y ellas friegan morro con la naricita. Y todo por 150 pesetas consumición, a la luz del día, cada día.

El Ayuntamiento de Benidorm afirma que en su territorio se producen muchos más casamientos entre la población flotante que entre la población no flotante. Y esas uniones se deben a la tradición del café con leche danzante.

Ahora le han dado la ordenación de la playa de Levante al taller de arquitectura de los catalanes Bohigas, Macay y Martorell. Y estos señores se han propuesto, con un primer proyecto por el que han cobrado 7,5 millones de pesetas, restringir la circulación rodada por el paseo paralelo al mar y prohibir en breve el aparcamiento de vehículos.

Benidorm aspira a un turismo que no sea cutre, quiere elevar la calidad de su oferta, y el taller catalán ha diseñado -según palabras de un portavoz municipal- "tres modelos de toldos para que elijan los comerciantes y se acabe así con la política de zoco que nos caracteriza".

Ya no va a ser Benidorm un zoco. Por un lado habrá lona homogénea, y por el otro, el parque de Bofill, que se espera con curiosidad en toda la comarca.

Para simbolizar el new look de postín al que se apunta, abre ahora sus puertas un piano-bar que justamente se llama así, New Look, y en el que se han gastado más de 60 millones de pesetas sus decoradores, sin contar el piano de color marfil. Este bar mira con su nueva mirada al mar. Y desde el mar, los bañistas pueden mirar a los cantantes y aplaudirles con las manos chorreantes de agua.Carretera y agua

El agua no es un problema, de momento. Ha llovido y aún puede llover más. "Si nos faltara el agua, la traeríamos al precio que fuera", afirma la voz acuática, "y si todo falla, aún estamos dispuestos a meter cerveza por la red potable".

Tampoco hay que ser derrotistas. El público de allende las fronteras llegó arrugado de lluvias y más blanco que la cal. Que no le hablen de aguas. Que le hablen de licores y de cómo y dónde enchufarse al biberón. La calle de Gerona está hecha un abrevadero de alcohol: Ibiza, Bony y Manzanitas -por sólo citar tres ejemplos- meten el trago con malabares. El tal Manzanitas parece que juegue a muñecas. Sirve el licor de manzana, helado, en copa de aguardiente, y repite aquello de vaya yo caliente y ríase la gente. "Aquí el personal agarra un calentón de efecto retardado", opina un cliente fijo.

Además acaban de abrir el tramo que faltaba completar en la autopista del Mediterráneo (Gandía-Ondara), y esos 35 kilómetros de alfombra mágica, que antes eran un asco de embotellamientos por la carretera nacional, se hacen ahora en un santiamén. De Estocolmo a Benidorm, por autopista, se llega, sin pasar de 120 kilómetros por hora, en 20 horas. Y el turista de Ginebra sale por la mañana de su casa y al cabo de ocho horas ya está en cueros chapoteando en Benidorm. "La autopista nos mete en la CEE más que nos han metido el señor Morán y el señor Marín juntos", ha dicho un comerciante del souvenir en la avenida del Mediterráneo. "Incluso el problema del agua, si se pone feo, podría aliviarse gracias a la autopista: igual que el turista trae su colchón de goma inflable, puede traer unas garrafas, y asunto concluido", añade otro ocurrente industrial.

Los rumanos han estudiado a fondo Benidorm. Y han decidido montar su centro geriátrico al estilo doctora Ashlan, creando un consorcio hispano-rumano con fines de rejuvenecimiento integral. Esto tiene muy contento al Ayuntamiento, que vela por la tercera edad.

Por lo demás, lo que se ve en la playa de Levante es motivo de meditación darwiniana: la evolución de la especie queda patente con esos caballeros peludos y ojerosos que abandonaron su oficina madrileña para guardar aquí ayuno y abstinencia cuaresmal detrás de jovencitas depiladas y rubias. Las jovencitas corren como si fueran perseguidas por el orangután. Una de estas muñecas dice: "En la ciudad hago vídeos y llevo una vida sedentaria, por eso cuando vengo a Benidorm troto, ligerita, todo lo que puedo".

En las cafeterías de primera línea no faltan el pollo y la patata frita. Por 350 pesetas te dan la pechuga, muy deseada por su blancura, o el muslo, o incluso la contrapierna, y se sirve con acompañamiento de música natural interpretada por un conjunto. "Al público le importa poco comer congelado o de lata, lo que le importa es que la música no sea en conserva", explica el encargado de una cafetería de gran éxito.

La playa de Poniente fue embellecida con una nueva balaustrada. Esto parece Montecarlo. Algún señorito camina con bastón y pasea al perro lentamente. Las palmeras han criado más palmeras, que forman, aquí y allá, grupos de arbolado puntiagudo con dátiles tentadores.

Tizones parlantes

Del puerto salen cada hora las barcas cargadas de turistas deseosos de explorar la isla de los Periodistas. Es el lugar idóneo para tomar la siesta: hay variedad de cactos, pavos reales y gallinas de raras especies, que se dejan arrancar plumas si alguien tiene ganas de escribir. Los extranjeros eligen este sitio para consumar la insolación. No falla: "Se echan entre las rocas y, hale, les ves que van poniéndose rojos, más rojos, del color del fuego, y de pronto uno temblequea y ya está, la agarró, los sesos se le fríen", dice un timonel de golondrina.

En efecto, aquí vemos a un escandinavo hecho una llaga: "Isla gustar mucho, venir todos años isla Periodistas, poner negro y ver gallinas en naturaleza", declara un tizón.

En la noche, todos los gatos son pardos, aunque tengan ampollas y les salgan orzuelos. La noche llama a las puertas de los apartamentos y obliga a salir.

Entre fumadita y sobo, de las discotecas (cierran a eso de las tres) el personal resistente emigra a sitios como El Pato Loco y Olimpus, que tienen fama de no dar corte a los animadores espontáneos. Si a uno le da por cantar o tocar, canta y toca, y nadie lo tira. Ellas levantan la ceja y cruzan la pierna antes de que empiece la guerra de las falacias: cuentos chinos y rayo láser.

Pero luego la ceja cae, se entorna el párpado, la pierna se olvida y ya es domingo.

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