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El juez Palermo proseguirá su lucha contra la Mafia a pesar del atentado

Juan Arias

El fallido atentado contra el juez Carlo Palermo, de 30 años, ha servido sólo para que, si existía alguna pequeña sombra sobre su comportamiento como magistrado demasiado activo, ésta se disipara inmediatamente. Incluso quienes lo habían atacado, tanto en el mundo de la magistratura como en el de la política, cantaron ayer a coro sus cualidades de valentía, honradez y autonomía. El magistrado de Trapani ha vuelto a repetir desde el hospital que continuará su trabajo en esta ciudad siciliana y que seguirá indagando sobre los mafiosos que han atentado contra su vida. Palermo -herido leve en un atentado en el que murieron tres personas- acababa de llegar a Trapani para ocupar el puesto de dos jueces muy significados: Giangiacomo Ciaccio Montalto, asesinado por la Mafia el 25 de enero de 1983, y Antonio Costa, encarcelado recientemente bajo la acusación de connivencia con la Mafia.

A poco más de un mes de permanencia en su nuevo cargo, el actuivo magistrado llegado de Trento había ordenado ya la detención de cinco personajes del gran mundo de las finanzas de la ciudad y enviado 50 órdenes judiciales con permisos de registro a importantes hombres políticos del lugar.

El próximo día 11, una comisión especial del Parlamento tendrá que decidir sobre el informe presentado hace nueve meses por Palermo en el que se maneja la hipótesis de corrupción económica de algunos dirigentes del Partido Socialista (PSI). El 12, el Consejo Superior de la Magistratura tendrá que decidir si acoge o no la denuncia presentada contra Palermo por el secretario general del Partido Socialista y presidente del Gobierno, Bettino Craxi, por haber permitido dicho juez registrar la habitación de su cuñado, el diputado socialista Paolo Pillittieri, y las oficinas de algunas empresas en manos del PSI.

Eso es lo que llevó ayer a algunos diarios a escribir que "el poder no amaba a Palermo", mientras que el diario Repubblica, en un editorial muy duro, escribía: "Juzgamos criminal enviar a Sicilia a un hombre descubierto y poco estimado por el Palacio".

Por su parte, los comunistas han preguntado al Gobierno por qué justo los días pasados fue cambiado en Palermo como alto comisario contra la Mafia un hombre como Emanuel de Francesco, que había trabajado con valentía y buenos resultados como sustituto del asesinado Dalla Chiesa. Hoy el nuevo alto comisario que tomó posesión la víspera del atentado contra el juez Palermo es el ex gobernador de Nápoles Riccardo Boccia, considerado como un técnico.

Frente al recrudecimiento de la criminalidad y del terrorismo, el actual ministro del Interior, Oscar Luigi Scalfaro, democristiano, ha declarado está dispuesto a dimitir si se lo pide el Gobierno, aunque ha añadido que se siente "injustamente atacado".

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