Haim Beinart
El profesor israelí ha dedicado más de 30 años a estudiar la judería en Ciudad Real
Desde el año 1951, fecha en que llegó al Archivo Histórico Nacional con una beca de la Universidad Hebrea de Jerusalén, el historiador israelí Haim Beinart trabaja, sobre la historia de los judíos españoles. Siguiendo los pasos de su maestro, Yitzhak Baer, padre de la historiografía sobre la España judía, este hebreo nacido hace sesenta y siete años en la ciudad rusa de Poskow, que logró salvarse del holocausto nazi, de mirada inteligente y trato afectivo, ha dedicado más de 30 años de su vida a la investigación de los judíos y conversos hispanos durante la edad media, época en la que alcanzaron su máximo esplendor.
En el congreso internacional sobre los judíos celebrado en Ciudad Real los días 28, 29 y 30 de marzo, Beinart ha sido reconocido por los historiadores y congresistas asistentes- como la máxima autoridad científica en la materia. Este incansable y vital profesor es una viva expresión de apasionamiento y lucidez en el estudio de la historia. Precisamente en la ciudad sede del congreso, Beinart ha centrado buena parte de sus investigaciones sobre los procesos inquisitoriales contra los judíos entre 1483 y 1485, años en los que el Tribunal del Santo Oficio residió en esta capital manchega, hasta su posterior traslado a Toledo.
El profesor israelí recuperó 700 biografías de habitantes de Ciudad Real en la revisión de dichos procesos, recogidos en una obra monumental, Records of the trials os the Spanish inquisition in Ciudad Real, considerada clave en la bibliografía actual.
Beinart afirma que se siente realengo. "He venido muchas veces a Ciudad Real y parece que hubiera nacido aquí, pero me he espantado bastante al ver el desarrollo de esta ciudad, muy irreconocible después de algunos años". Lejos queda la desaparición de la aljama local, pues en 1391 la comunidad judía se convertió al cristianismo. En esta villa vivieron más de 6.000 Haim Beinart judíos.
Asegura que España "constituyó un farol durante la Edad Media para los judíos de Europa Occidental, y que incluso acogió a emigrantes que venían expulsados de Francia, como Jaime II, rey de Aragón".
En opinión de Haim Beinart, la Inquisición española se formó con los moldes de la Inquisición papal que surge del Concilio de 1215, bajo el pontificado de Inocencio III, "un papa muy militante", señala, y tuvo en el inquisidor Torquemada "una especie de valido de los Reyes Católicos, a los que influyó para que los judíos fueran expulsados de España, en 1492; en total, más de 200.000 hebreos que no se convirtieron al cristianismo, como pensaba tal vez el inquisidor".
"Hoy tenemos una herencia cultural muy importante, como son las primeras moaxajas o jarchas" -poemas en romance- una de los cuales, original de Judah Leví, del 1085, es recitada de memoria por Beinart. "La importancia de la literatura judía, los trabajos en la Escuela de Traductores de Toledo, primero traduciendo del árabe al latín y después al romance español, las aportaciones en el comercio y el papel que jugaron como recaudadores y arrendadores de impuestos, son las huellas más apreciables de la presencia judía en la historia de España" para el profesor Beinart.
Con un punto de emoción añade que existen en todo el mundo entre 100.000 y 200.000 sefardíes -"españoles de pura cepa"-, directos descendientes de los que salieron- de España, que actualmente están repartidos por el norte de Africa, Turquía, los Balcanes, países anglosajones, Estados Unidos (donde en 1654 se asienta el primer núcleo), México, Canadá e Israel.
No quiere opinar de política, pero desea que haya relaciones plenas entre España e Israel.
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