Viaje al mundo desconocido de las autopistas

Existen dos clases de autopsia: la clínica y la forense. En la primera, el médico que ha tratado al paciente puede solicitarla a los familiares a fin de conocer si ha existido una correlación entre el diagnóstico y los factores que han conducido a la muerte. "La autopsia es algo así como una autocrítica, un autocontrol del médico", manifiesta la anatomopatóloga Carmen Rodríguez, "pero también puede aportar otras informaciones para la ciencia, pues gracias a algunas autopsias hemos podido ver tumores en formación que nos dan nuevos datos sobre su etiología y desarrollo".La ley de Autopsias permite que se practiquen las autopsias clínicas sin necesidad de pedir permiso a la familia, pues establece que es su iciente que el fallecido no se haya opuesto en vida a su práctica. No obstante, los hospitales suelen pedir autorización por escrito al familiar más allegado. El tacto del médico que hace la solicitud es la clave para conseguirlo. A menudo, sin embargo, muchas fámilias se niegan en redondo a conceder el permiso. Se dan casos frecuentes de personas que autorizan la autopsia, pero no aceptan que se manipule el cerebro del muerto.

En el caso de las autopsias farenses, la familia no se puede oponer, pues se realizan por orden judicial. Se trata de casos de muerte violenta o producida en extrañas circunstancias. Los cadáveres son inspeccionados sobre el terreno por los forenses, tarea importante para poder establecer una correlación anatomo-criminalística, y luego son trasladados al Instituto Anatómico Forense o a los depósitos judiciales de los cementerios para practicar la autopsia. El informe del forense pasa directamente al juez, sin otros intermediarios.

10 horas de trabajo

En una autopsia clínica se toman muestras del corazón, pulmones, bazo, páncreas, hígado, suprarrenales, riñones, vejiga urinaria, próstata (en varones), útero y ovario (en mujeres), esófago, estómago e intestino delgado y grueso. También se toma una muestra de la médula, la piel y el músculo. Del cerebro se hacen cuatro o cinco cortes: cortex, hipocampo, cerebelo y núcleos de la base. Aparte de la inspección macroscópica del individuo, con estas muestras tratadas para ser analizadas en el laboratorio se realiza la inspección microscópica. Suelen emplearse unas 10 horas para completar una autopsia y un mes en elaborar el informe completo.

En las autopsias forenses se presta especial atención, en los análisis macroscópicos, a la piel (para. determinar golpes o agresiones), las uñas (por si hay restos de sangre, cabellos o hilos del posible agresor) y a los pliegues de los dedos (los cortes determinan violencia).

Además de las muestras de los órganos, se suele analizar el contenido gástrico, la bilis, la grasa, la orina o los restos intestinales que pueden ser determinantes en los casos de muerte por intoxicación.