Satisfacción no exenta de cautela entre los distintos partidos políticos tras el acuerdo
Los distintos partidos políticos expresaron ayer su satisfacción tras el acuerdo alcanzado entre España y la Comunidad Económica Europea, con el dato curioso de que el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) eludió pronunciarse hasta tanto no tuviera seguridades de que ello era una realidad. Alianza Popular, por su parte, expresó ayer en una nota oficial su beneplácito por la Negada del acuerdo sobre la ampliación, "cuya importancia no puede medirse sólo desde el punto de vista económico", aunque dejó constancia de "las oportunas reservas" hasta que el partido conozca exactamente el contenido del mismo.
En su nota, AP señaló que "la entrada es también importante desde el punto de vista cultural y de la participación en fórmulas superiores de acción económica, política y de defensa".El partido conservador no realizó ayer ningún tipo de acto especial con este motivo. Su líder, Manuel Fraga, se encontraba de viaje por Pamplona y Soria. "La fiesta está hoy en casa de todos los españoles", manifestó Antonio Navarro, portavoz de AP para la ocasión.
El Partido Comunista de España (PCE) consideró el acuerdo como "un hecho trascendental para España y Europa". Tras poner de manifiesto el apoyo responsable prestado al Gobierno en las negociaciones orientadas a conseguir el acuerdo, la resolución del Comité Central criticó la forma en que éstas se han desarrollado y reiteró la necesidad de llegar a un acuerdo nacional para lograr el ajuste que necesitará la economía española tras la adhesión.
El PCE acusó al Gobierno de electoralismo en las últimas fases negociadoras de Bruselas y resaltó su creencia de que se han hecho concesiones en algunos capítlos, como leche, porcino y otros, lo que "puede tener consecuencias graves para determinadas regiones españolas". Por último, el PCE reiteró su convencimiento de que el Gobierno ha vinculado explícita e implícitamente la entrada en la CEE con la permanencia en la OTAN.
Carlos Revilla, como portavoz del Centro Democrático Social (CDS), señaló que el acuerdo es positivo "en cuanto supone la culminación de una negociación larga en la que han participado un buen número de españoles" y porque puede "significar un paso importante en la modernización del país". El CDS espera que Ias bases del acuerdo sean equilibradas como para que no haya repercusiones negativas sobre algunos sectores productivos".
Revilla destacó que ajuicio del CDS se había producido "una grave ocultación de las cifras que realmente motivaron el frenazo negociador de la semana pasada" y que esperaba que "la incorporación de España a la CEE introduzca una corriente de aire en contra de estas prácticas de ocultismo".
Josep Maria Cullell, conseller de Economía y Finanzas de la Generalitat de Cataluña, afirmó ayer noche, tener "una satisfacción extraordinaria porque era uno de los convencidos de que esto se cerraba ahora. Desde mi perspectiva no habrá ningún tipo de crítica al contenido de la negociación". Lluís Armet, portavoz en el Parlamento catalán del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC-PSOE), consideró que "desde una perspectiva política se hace necesario vender, en sentido estricto, la idea de Europa y de sus instituciones a todos los ámbitos del Estado Español y de Cataluña".
Ramón Tamámes criticó anteayer en Barcelona de forma despiadada la oportunidad de la entrada en la Comunidad: "No se puede negociar a fecha fija porque te imponen las condiciones que quieren. El tratado de adhesión que nos presentan es infirmable y deja en mejor situación, que a nosotros, a países externos a la CEE como Turquía o Marruecos.
Además se ha querido vincular la entrada a la Comunidad con la permanencia a la OTAN y uno teme que que por añadidura eso se haga hurtando el referéndum prometido.
Josep Maria Figueres, presidente del Consejo Superior de Cámaras de Comercio, se declaró "extraordinariamente satisfecho. Siempre he sido un europeísta convencido; o entrábamos ahora o nunca. Creo que la adhesión causará muchos traumas, pero en contra de lo que se dice, me temo que serán más importantes para la industria que para la agricultura. A partir de ahora, o vamos hacia una auténtica reconversión y liberalización o la situación de la economía española será muy difícil".
