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El equipo suizo y Girardelli dominaron la temporada 1984-1985 de esquí alpino

Antonio Guerrero

Mare Girardelli, de Luxemburgo, y Michela Figini, de Suiza, fueron los vencedores de la Copa del Mundo de esquí alpino 1984-1985. Mientras que la victoria de Figini demostró una vez más el dominio total suizo en categoría femenina, la de Girardelli, austriaco de origen pero nacionalizado luxemburgués, resultó curiosa, pues el ducado no tenia ninguna tradición en esquí. Austria volvió a ser la gran derrotada. Sólo sumó 1.315 puntos por naciones, contra los 2.677 de Suiza. Desde 1979 sus esquiadores no ganan la copa.

MadridHacía 15 años que un esquiador nacido en Austria no ganaba una Copa del Mundo de esquí alpino. El último fue Karl Schranz, en 1970. Sin embargo, esta victoria de Marc Girardelli, que también ha sido primero en eslalon y gigante, no alegrará a los austriacos, al haberse nacionalizado luxemburgués para participar en los Campeonatos Mundiales de Bormio (Italia), donde no tuvo éxito. A pesar de su fracaso allí, su victoria en la copa no tuvo discusión; sumó 262 puntos, tras vencer en seis eslalones, dos gigantes, dos supergigantes y consiguió 17 puntos en descenso, lo que le convierte en uno de los esquiadores más completos del momento.Otro esquiador polivalente, hasta el punto de que algunos le comparan al francés Jean Claude Killy, es el suizo Pirmin Zurbriggen, que no tuvo demasiada suerte en esta edición de la copa, pese a terminar segundo con 244 puntos. Zurbriggen fue en cabeza durante todo el primer período del calendario y prácticamente durante el segundo. En Kitzbühel (Austria), venció en los dos descensos. Después tuvo una lesión en la rodilla derecha que le obligó a permanecer inactivo hasta los Mundiales de Bormio, donde consiguió dos medallas de oro, en descenso y combinada.

El veterano Andreas Wenzel, de Liechtenstein, volvió a ser primero en la combinada y tercero en la general. En descenso, el triunfo fue para el austriaco Helmut Hoeflehner, que se impuso en tres pruebas de las 10 disputadas.

La Copa del Mundo femenina fue dominada por las esquiadoras helvéticas. Michela Figini, ganadora también del descenso, ocupó el primer puesto de la general, seguida por sus compatriotas Brigitte Oertli, María Walliser y Erika Hess. Esta última, aunque perdió el título de campeona que obtuvo la pasada temporada, venció en eslalon especial. Las esquiadoras suizas ganaron 12 de las 29 pruebas disputadas, seis de ellas gracias a Figini. Con ello se reafirmó el dominio femenino suizo, cuyas esquiadoras han ganado cinco copas del mundo desde que se inició esta competición, en 1967.

El éxito de Blanca

El esquí español brilló especialmente esta temporada gracias a Blanca Fernández Ochoa. Su décima posición en la clasificación general, con 108 puntos, y la séptima en la de eslalon gigante, con 63, así lo avalaron. Fue la actuación femenina española más importante en toda la historia de esta competición. Blanca comenzó ganando en el eslalon gigante de las series mundiales para después, durante el transcurso de la Copa del Mundo, clasificarse 13 veces entre las 15 primeras, las que puntúan. Venció en el gigante de Vail (EE UU) y fue tercera en el de Maribor (Yugoslavia), además de puntuar en varios especiales, una combinada y comenzar a participar con calidad en pruebas de más velocidad. En el supergigante de Pfronten (RFA) fue sexta, octava en el de Arosa (Suiza) y 12ª en el de Sunshine Vail (Canadá).

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