Arrabal y el ajedrez
Animado por el muy honorable propósito de defender la categoría ajedrecística de Arrabal, el señor Antonio Benet ha incurrido, en reciente carta del 15 de marzo, en el nada honroso procedimiento de intentar descalificar a Antonio Gude, detractor del escritor.Al cabo de su lectura -elogios a Arrabal aparte- resulta que el señor Gude es proclive al fascismo, impostor, inventor e ignorante de los hechos, y además se atreve a criticar la prosa del dramaturgo.
Para conseguir decir todo esto, el señor Benet no ha reparado en medios. Lo mismo le da pasar de la broma de los gatos imaginarios a los hijos reales; de ahí, a la castración y la cárcel, para convertirse, acto seguido, en et policía que exige el carné debidamente expedido. Con la misma facilidad evita lo concreto para hablar de lo sublime, que olvida la esencia en favor de la anécdota. Si así, las gasta el señor Benet, mejor será no polernizar con él. Me bastará con asegprarle que ha conseguido desautorizarse a sí mismo, pero, desde luego, no a Antonio Gude, artífice de la mejor revista de ajedrez en español de las últimas décadas.- Pablo Aguilera
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