España aún no ha asegurado su asistencia a la reunión de la próxima semana

En las negociaciones con Portugal surgieron ayer, de nuevo por el menosprecio de la CEE hacia algunos temas, problemas técnicos con las sardinas y el concentrado de tomate. Por esta razón, Andreotti se reunirá el miércoles con los portugueses.El jueves se volverán a reunir los diez. Morán, tras consultar al presidente del Gobierno, Felipe González, señaló que, "tras un análisis, es muy probable que España asista a la negociación". Pero no lo dio por seguro. "No creo que en este momento España tenga que llamar a la puerta de nadie", comentó. Cabe recordar que hace poco, el 9 de marzo, González se entrevistó en París con Mitterrand.

Un aviso español: el acuerdo era sobre un paquete global. España ha hecho grandes sacrificios, y si no se mantienen las líneas generales del acuerdo, España podría revisar algunos puntos concretos.

Morán se mostró sin embargo convencido de que "España va a ser miembro de la Comunidad Económica Europea", añadiendo que Felipe González había "reaccionado con serenidad".

Cabe destacar que a lo largo de esta casi eterna negociación, Francia ha conseguido todo lo que quería. Para empezar, una reforma del régimen para las frutas y hortalizas, y dos reformas del régimen vinícola en la CEE a su conveniencia. "Son insaciables", declaró un portavoz comunitario.

El dinero del ingreso

Andreotti habló de la "urgencia" de llegar a un acuerdo rápido con los países ibéricos para hacer su adhesión efectiva el 1 de enero de 1986 -fecha sobre la que Morán dijo ayer "ya veremos"-. La CEE necesita dinero. Y los diez se pusieron de acuerdo en un tema ayer: el presupuesto de la CEE. Para cubrir el déficit presupuestario de 1985 se recurrirá a adelantos directos de los países miembros. El cheque al Reino Unido será pagado en cuanto los diez ratifiquen los nuevos recursos financieros de la CEE. Pero para otros menesteres, éstos sólo entrarán en vigor cuando a la vez se hayan ratificado los tratados de adhesión con España y Portugal.

Grecia mantuvo una reserva sobre estos puntos, ligando su decisión a una solución sobre los PIM (Programas Mediterráneos Integrados), que en opinión de Atenas, como repitió ayer, debe llegar antes que el acuerdo sobre la ampliación. La cumbre europea promete ser agitada.

La jornada de ayer fue agotadora. De hecho fue ininterrumpida, en reuniones, desde la 9 de la mañana del miércoles hasta la medianoche de ayer. Andreotti, con 65 años de edad, prácticamente no durmió, con constantes idas y venidas y confesiones entre españoles, portugueses y los diez. "En la Iglesia católica", dijo el democristiano Andreotti, "la confesión parece estar pasada de moda". En la CEE, no. Pero no siempre es sincera.