España y Libia firman un acuerdo para normalizar sus relaciones comerciales
MadridEl secretario de Estado de Comercio, Luis de Velasco, y el presidente de la empresa petrolera libia Brega, Al-Haddad, firmaron el pasado lunes un acuerdo para la normalización de las relaciones comerciales entre los dos países.
España y Libia dirimen en estos momentos un contencioso que se centra en una deuda de 80 millones de dólares (14.800 millones de pesetas) que tiene el país árabe con empresas españolas, la congelacíón de la compra de crudo libio por parte española y la cancelación de contratos de compra de calzado decretada por Muammar El Gaddafi.
El acuerdo firmado tiene tres partes perfectamente diferenciadas y que inciden sobre los tres puntos del contecioso abierto entre los dos países. Según el citado documento, cuya firma ha sido valorada positivamente por fuentes del Ministerio de Economía, se va a formar en el plazo de tiempo más breve posible un grupo de trabajo bilateral que se reunirá -posiblemente la próxima semana- en Trípoli.
Los trabajos de este grupo se centrarán en el estudio de las cuestiones monetarias pendientes que giran en torno al importe de la deuda con las empresas españolas.
La parte libia no está, en principio, de acuerdo con las cifras que se barajan en España por cuanto algunas de las deudas que se consideran pendientes se refieren a certificaciones de obras todavía no aprobadas. En cualquier caso quieren concretar el alcance de dichas deudas empresa por empresa.
La segunda parte de acuerdo abre simultáneamente negociaciones entre la compañía libia Brega y la española Hispanoil para firmar en su caso, y siempre que se den las condiciones más favorables, un acuerdo de importación de petróleo de 30.000 barriles diarios. Si se firma este contrato se desbloquearía la situación actual de congelación de compras de crudo libio.
El tercer apartado recoge la intención libia de levantar inmediatamente las restricciones a las importaciones de calzado español. Los acuerdos alcanzados con el Gobierno libio en su día incluían la venta de calzado español por un importe de unos 30 millones de dólares, lo que equivaldría a unos 5.250 millones de pesetas.
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