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Seguridad, rentabilidad e imagen, objetivos inmediatos para el nuevo presidente de Iberia, Narcís Andreu

El Consejo de Administración de Iberia designó ayer a Narcís Andreu como nuevo presidente de la compañía. A corto plazo, según afirmó Narcís Andreu en su primera comparecencia como nuevo presidente de la empresa, "lo primero que hay que hacer es conseguir ofrecer un servicio absolutamente seguro y, además, ganar dinero". Estos dos objetivos, a juicio de Andreu, permiten crear una imagen adecuada de la compañía. "Una imagen sin intendencia", afirmó el presidente de Iberia, "dura poco". Narcís Andreu ocupaba hasta ahora la presidencia del Banco de Crédito Local

Narcís Andreu, que no quiso explicar los motivos que le han llevado a la presidencia de la compañía de bandera española, considera que una de las tareas prioritarias a realizar inmediatamente es la de cambiar el ambiente, tanto interno como externo, que existe ahora mismo respecto a Iberia. "Quiero deshacer rápidamente", afirmó a preguntas de los periodistas,"el cierto desánimo que hay en el colectivo que trabaja en Iberia".Estos objetivos expuestos por Andreu coinciden básicamente con la idea que se manejaba en altas instancias del Instituto Nacional de Industria (INI) respecto a lo que el nuevo presidente de Iberia debería hacer nada más ser nombrado: reestablecer las relaciones institucionales, mejorar la imagen de la compañía y mejorar el clima interno de Ibe- ria. En cualquier caso, el cambio de imagen se considera primordial.

Niveles de ocupación

Iberia consiguió a lo largo de los dos últimos ejercicios llegar a unos niveles de ocupación, fundamentalmente en sus vue- los internacionales, del orden del 62%. Con estos niveles de ocupación es previsible una recuperación económica de la compañía y se quiere evitar a toda costa que accidentes como el de Sondica o, incluso el incidente más reciente ocurrido en el aeropuerto tinerfeño de Los Rodeos -sobre el que el nuevo presidente de Iberia tampoco quiso pronunciarse- puedan afectar la recuperación económica de la empresa. Sobre todo en unos momentos en los que como reconocía Narcís Andreu "la tendencia económica actual de Iberia no es mala". Según fuentes del propio INI, el ejercicio de 1985 se puede cerrar cubriendo las previsiones, lo que supondría rebajar las pérdidas de los 17.000 millones del año anterior -ya reducidas en un 44% respecto al último ejercicio- a unos 8.000 millones en 1985.

Adrover contesta

Una de las cosas que dejó claras Narcís Andreu en su primera presentación es que no va a tomar ninguna medida inmediata sin dialogar con las partes. En este sentido afirmó que "sería frívolo, temerario e inconsciente hablar ya de posibles cambios" "Hay que ser cautos", añadió, "en los cambios, ya que la preci- pitación en los relevos de las personas es lo más temerario que puede hacer un empresario". A nivel estimativo consideró que necesitaría un mes para controlar los diversos aspectos de la empresa, tiempo en el que pretende mantener líneas calientes con todos los colectivos de la sociedad.

Por otra parte, respecto a la información publicada en este periódico el pasado domingo, día 17, el director de operaciones de Iberia, Miguel Adrover, afirma en una carta dirigida al director de EL PAIS que el informe realizado al comandante Patiño en noviembre de 1983 es sólo uno de los varios realizados a dicho comandante, entre los 2.000 que se efectúan actualmente entre los pilotos de la compañía. Tras dicho informe, tanto el jefe de flota de los B-727 como el subdirector de vuelos (responsables directos) adoptaron las medidas que consideraron oportunas y las inspecciones que se realizaron posteriormente al comandante Patiño, resultaron absolutamente correctas respecto de su comportamiento al mando de los aviones.

Según Miguel Adrover, días después de producirse el trágico accidente de Bilbao, fue cuando Carlos Espinosa, se enteró -"por mi mismo"- de la existencia de ese informe, poniéndolo en conocimiento del INI. El director de operaciones de Iberia asegura asimismo que durante los meses de noviembre y diciembre de 1984, el comandante Patiño superó un curso intermedio, superior al de refresco e inferior al previsto para el ingreso en la flota, realizando 14 vuelos con inspector, horas de simulador y la correspondiente instrucción teórica, quedando plenamente calificado para el vuelo. Por último, Miguel Adrover considera que es tergiversar gravemente la verdad afirmar que ha existido falta de comunicación entre Carlos Espinosa y la Dirección de Operaciones.

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