El discreto encanto los politícos

"Los partidos políticos son malos clientes". Es la opinión unánime de las empresas de relaciones públicas e imagen. La razón es sencilla: son malos pagadores, y en muchos casos no hacen caso de los consejos y estropean por una metedura de pata una campaña diseñada con muchas horas de trabajo. No obstante, especialmente los partidos de la derecha, son clientes habituales de estas empresas.Unión de Centro Democrático, que ha dejado muchas deudas, ha trabajado con varias empresas y con algunos expertos. La mejor campaña electoral fue la primera, que llevó Rafael Ansón. Este experto, junto a este éxito y los de difusión de la reforma política, ha tenido fracasos rotundos, como la campaña que hundió al candidato del partido de Carlos Andrés Pérez para la presidencia de Venezuela, frente a Herrera Campins, o las diseñadas para Luis Merino, candidato de UCD a la presidencia de la Junta de Andalucía, o para Jorge Verstrynge, a la alcaldía de Madrid. Desde su experincia no duda en afirmar: "En unas elecciones, el que hagas una campaña buena no incide más allá de un 3% en los resultados. Pegar carteles políticos no vale para nada. Las campañas se hacen con gestos políticos".

Los partidos de izquierda, por el contrario, contratan muy poca imagen fuera del partido. El PSOE, afirman, es en sí mismo una minuciosa y brillante operación de imagen. La campaña de permanencia en la OTAN, que ya está dando sus resultados en las encuestas de opinión, es otra operación brillante. "Uno no sabe cuánto hay de Julio Feo en Felipe González, y cuánto de Felipe González en Julio Feo", afirma Antonio Navalón, que sostiene que hay siempre una identificación total entre el líder y el encargado de cuidar su imagen y viceversa. Roberto de Laguardia, de Comunicación 2.000, niega cualquier vinculación actual de Julio Feo o Pilar Miró a su empresa, pero reconoce sin paliativos el buen trabajo de promoción de imagen que sus antiguos socios han realizado desde su condición de afiliados del PSOE. Otros señalan como figura clave a Roberto Dorado.

Gené y Asociados, en Barcelona, lleva con éxito la imagen de Jordi Pujol, de José María Figueras (presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona) y de Josep Lluís Núñez. Gabriel Castro Villalba, desde TASK (hoy, Scope), llevó algo de AP y las campañas de CEOE en Andalucía (la polémica del gusanito en la manzana), Galicia y Madrid. José Luis Sanchís llevó la última de UCD.

Por otra parte, numerosos ex políticos han vuelto a montar gabinetes de imagen y oficinas de influencia. Juan José Rosón abrió, con el periodista Ramón del Corral, la sociedad Step. Rafael Escuredo ha abierto, con su antiguo jefe de prensa, Frontera 2.000. Jaime García Añoveros y José Pedro Pérez Llorca ultiman otra sociedad con el ex consejero de RuizMateos Antonio Navalón. Y Juan Antonio García Díez y Josep Meliá han colaborado con el experto en imagen Antonio Bernabéu.