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El desmantelamiento del 'scalextric'

Una estructura 'provisional' y antiestética

Nunca una marca comercial caló tanto en una ciudad sin necesidad de grandes campañas publicitarias y elevados presupuestos. Bastó un anuncio de un juego de coches teledirigidos en la fachada de una casa de la glorieta de Atocha y un vecino ingenioso que asociara el anuncio con el monstruo situado en medio de la plaza desde 1968. La estructura elevada se llamaría para siempre scalextric, por deseo popular.Desde el principio estuvo claro que no gustaba el paso elevado de Atocha, construido en un intento de solucionar el caos de tráfico que se producía a diario en la glorieta. Pero para las autoridades municipales, la estética tenía que sucumbir ante el ahorro, la rapidez y el ritmo de la ciudad, que no podía detenerse media hora cada día a su paso por la glorieta de Carlos V.

Hasta que se abrió el 16 de mayo de 1968, con la presencia del entonces alcalde Carlos Arias Navarro -quien quiso recorrer el kilómetro y medio que miden las rampas y tramos de la estructura-, no es extraño que se produjeran importantes congestiones de tráfico. El parque automovilístico estaba en su mayor momento de crecimiento; no existía la autovía de circunvalación M-30, que se inauguró seis años después; no se habían creado los pasos subterráneos y elevados del eje Doctor Esquerdo-Francisco Silvela-Raimundo Fernández Villaverde, y las vías de la estación de Atocha cortaban la ciudad en dos zonas, lo que exigía a los conductores dirigirse obligatoriamente a. Atocha para cualquier tipo de enlace.

La delegación de Circulación del Ayuntamiento de Madrid, entonces dirigida por Antonio Valdés, que llegó a ocupar el Ministerio de Obras Públicas en 1974 (inmediatamente antes de Leopoldo Calvo Sotelo) consideró que había que tomar tina decisión y así se hizo. Se descartó una solución subterránea a causa del alto costo que suponía actuar en un subsuelo perforado como un queso de gruyère de 23 metros de profundidad. Un concurso ganado por la empresa Cubiertas y Tejados con un proyecto del ingeniero italiano Pessaro iba a cambiar radicalmente la fisonomía de la ciudad. Quizá por ello se repitió tanto la idea de que los pasos elevados se instalaban con carácter provisional.

1.200 millones de vehículos

José María Paz Casañé, ingeniero y entonces jefe de construcción de Vías Públicas en la mitad este de Madrid, fue encargado de levantar la estructura. "Previamente hubo que meter en galerías todas las canalizaciones y cables de servicio. Terminado este trabajo, tuvimos que colocar más de 50 pilares adaptándolos al terreno con el fin de que no atravesaran los túneles del metro o del ferrocarril", explica Paz Casañé, que fue también el autor del paso subterráneo de peatones existente bajo los paseos de Santa María de la Cabeza y Delicias. En un intento de endulzar las estructuras elevadas, se puso una fuente en el lugar donde había estado una boca de metro.Aunque Carlos Arias no ha podido ser localizado, pues en su domicilio afirman que está de viaje, las personas consultadas que tuvieron relación con el proyecto declaran que la idea de quitar el paso elevado "ya existía en el momento de su construcción". La falta de una estructura viaria adecuada, primero, y el aumento del tráfico, después, hicieron desistir a las sucesivas Corporaciones de quitar el paso elevado, hasta que Enrique Tierno se comprometió a hacerlo durante su actual mandato. El comienzo del fin del scalextric se produce 6.146 días después de su inauguración y tras haber soportado el paso de 1.200 millones de vehículos, unos 230.000 por día.

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