Las fiestas valencianas moverán 2.500 millones de pesetas

La edición correspondiente a 1985 de las tradicionales fallas de Valencia supone un gasto total de 402.604.000 pesetas, según la Junta Central Fallera, y hasta ayer se había producido un movimiento de visitantes que había, agotado hasta el próximo martes, día de San José, las plazas hoteleras de la ciudad. El concejal socialista Enrique Real, presidente de la Junta Central Fallera, considera que el movimiento económico total que producen las fallas "se aproxima a los 2.500 millones de pesetas". Pese a que esta noche es oficialmente la plantà o colocación de las 360 fallas y las 358 fallas infantiles que se quemarán la noche de San José en Valencia, los trabajos de instalación, como ha ocurrido en los últimos años, han comenzado ya.

Esto se debe a la dificultad de construir algunas de ellas, como la del Ayuntamiento, en la plaza del País Valenciano, que este año representa un complicado castillo al estilo de Disneylandia.Las fiestas de 1985 han venido marcadas por el nombramiento del ex teniente general golpista Jaime Milans del Bosch como fallero de honor de la falla Convento de Jerusalén, que acarreó la destitución del periodista Norberto Píñango como presidente. Piñango ya dijo que venía nombrando fallero de honor a Milans desde que fue designado capitán general de Valencia. Después vino lo del golpe y el nombramiento subsistió. En esta ocasión se le dio publicidad y fue ese detalle el que originó el escándalo.

Como novedad, el Ayuntamiento ha dispuesto este año prohibir la venta en quioscos de artículos de pirotecnia hasta pasado San José, con el fin de evitar la utilización, que se había hecho frecuente, de cohetes borrachos y otros explosivos contra los viandantes en plena calle. Igualmente se ha prohibido entre el domingo y la madrugada del miércoles la circulación rodada en la zona del centro de la ciudad, que ya era casi imposible, aunque permitida, en años anteriores.

Las fallas continúan mayoritariamente ancladas en unos hábitos de la época franquista y en unos moldes estéticos escasamente renovados. Por ello, hace ahora un año, el poeta valenciano Francisco Brines pedía desde las páginas de este diario "también otras fallas".

Enrique Real, no obstante, se muestra satisfecho de la progresiva democratización y descentralización de la fiesta que está llevando a cabo, desde 1979, el Ayuntamiento de Valencia, de mayorría socialista.

A partir de entonces, la fallera mayor de Valencia -título que este año ha recaído en Esther Silleras- se elige democráticamente a partir de las distintas comisiones de fallas. Ahora se ha hecho coincidir la división de sectores falleros con los barrios tradicionales de la ciudad.

Barrionuevo, invitado

En cuanto a los invitados de excepción, las fallas de 1985 contarán con la presencia del ministro del Interior, José Barrionuevo, que llegará mañana a Valencia y permanecerá en la ciudad hasta la cremà del próximo día 19 por la noche.También estarán presentes el ministro de Administración Territorial, Tomás de la Quadra, y el secretario de política institucional del PSOE, Enrique Múgica.

Por lo que respecta a los extranjeros, asistirán los embajadores de la Unión Soviética, Bélgica, Irlanda, Arabia Saudí, Kuwait, Qatar, Canadá, Liga de Estados Árabes, Venezuela, Panamá y Holanda.

Las fallas generan una industria que funciona durante todo el año y produce una actividad económica de cierto interés. Las 360 fallas de 1985 están valoradas en 185.084.000 pesetas, y las 358 infantiles, en 33.270.000 pesetas. Entre bandas musicales y fuegos de artificio se genera un gasto en torno a los 100 millones de pesetas, y unos 90 millones más suponen la ornamentación de calles, barracas, presentaciones falleras, cabalgatas, trajes y otros conceptos.