"Sólo se puede ser universal siendo paleto", afirma Arrabal
El escritor prepara una ópera sobre 'La vida breve', de Manuel de Falla
Fernando Arrabal prepara el próximo estreno de la ópera La vida breve, de Manuel de Falla, en versión castellana, que será estrenada en París en octubre de este año. El dramaturgo y cineasta español, que reside en Francia desde hace 30 años, afirma que tiene la intención de españolizar y universalizar esta obra del músico gaditano, que en su momento fue tachada de afrancesada, sin llegar a estrenarse en España, y añade que "sólo se puede ser universal siendo muy, muy paleto".
Pregunta. La ópera tiene desde hace algún tiempo una nueva época triunfal, sobre todo en Francia. ¿Es este éxito el que le ha motivado a escribir ópera?Respuesta. No, yo diría al revés. Cuando algo triunfa, yo lo evito. Por ejemplo, cuando gano el Premio Nadal el editor quiere que escriba novelas a barullo. Yo he tenido películas que han funcionado muy bien en el extranjero y han querido que siga haciendo películas. Yo tengo una sola vida y quiero divertirme lo más posible y no voy a agarrarme a escribir nadales toda mi vida, ni a realizar películas de éxito toda mi vida. Entonces diría que si mi ópera llega a tener éxito sería para mí un obstáculo. Pero yo he empezado a jugármelas antes de este boom de la ópera.
Yo empiezo a hacer óperas hace cinco años, una actividad que aquí no se conoce. Me pongo en contacto con el mundo de la ópera, con directores que han montado mis óperas, y entonces, como la tarta a la crema, como soy español, quieren que haga Carmen. Pero yo soy muy mal director de teatro; de ópera tampoco seré muy bueno. Es como en ajedrez; yo he demostrado que soy mal director de teatro porque lo he visto. He montado la misma obra que después han montado otros y con más medios, pero no ha sido lo mismo. Pero ahora con esta ópera es como una revancha del destino. Estoy entusiasmado con hacerlo. Quiero enlazar con Falla, quiero hacer un Cementerio de automóviles.
Revista mejor que zarzuela
A mí me preocupó el asunto de Falla, -continúa Arrabal. Entonces, por 1904, había en Francia un renacer de la ópera. España por esa época tenía una zarzuela de interés, más interesante de lo que la gente cree. Yo creo que habría que reivindicar, más que la zarzuela, el teatro de revista que se hacía en España, que es muy curioso. Quizá lo más vivo que tiene hoy el teatro español.En ése momento España decide (la referencia de España es siempre Francia) hacer un concurso de ópera y la Academia de San Fernando decide convocarlo. El primer premio a la mejor ópera consistía en poder ser representada en el teatro Real. Lo gana Falla con La vida breve, y a partir de ese momento, la guerra. El pobre Falla. Imagínate a Falla... quizá la familia se escandalice, y con razón, pero yo creo que Falla murió virgen. No se le conoce ninguna aventura extramusical en su vida. Era un hombre de misa diaria. Imagínate a un hombre de misa diaria en París con Ravel, Debussy y ellos. Este tío, tras la guerra en España, queda hecho polvo, destrozado moralmente, y el reproche que le hacen es que es una ópera afrancesada. No sé, si uno se toma la molestia de oír esa obra, tiene una soleá delante...
Y en efecto, empieza de una manera un poco afrancesada, es decir, la música que se hacía en Francia en ese momento. A mí también me acusan de afrancesado, y ahora con Falla, si no quieres caldo, tres tazas. Finalmente, Falla fue a Francia y allí se la estrenaron y tuvo mucho éxito. A partir de entonces, y hasta su muerte, Falla quiere que se estrene su obra en España. No se estrena en España y él ve su ópera en francés.
Falla es un gaditano que vive en Madrid en ese momento, un hombre que tiene una idea mítica de Granada. En su vida tienen mucha importancia estas ideas míticas, sólo escribe dos óperas, La vida breve y Atlántida, y como es franquista... ¿Sabes quién termina la ópera Atlántida? Ernesto Halffter -el autor del himno a Franco-, padre de Cristóbal Halffter.
Falla se hace una idea mítica de Granada, él no sabe lo que es Granada. Él ha oído que Granada es una ciudad troglodita, con gitanos. Nosotros enlazamos ahí porque creo que uno de los temas centrales de mi vida y mi obra es El cementerio de automóviles. Entonces quiero centralizar, universalizar y granadizar. Quiero españolizar y universalizar. No se puede ser universal nada más que siendo muy, muy paleto. Kafka es universal porque es muy paleto: nos habla de su papá y de Praga y de ahí no sale. Pero esos autores que se fueron y son muy trascendentalistas son invisibles.
Volver a España
P. ¿Pero en su obra no ha habido una intención de no aclarar los lugares donde se desarrollan, por ejemplo?R. Tienes razón. Casi nunca he dicho "esto sucede ahí". Ni siquiera en obras como Y pondrán esposas a las flores, que escribo inmediatamente después de salir de una cárcel española, y quiero describir los horrores de esos lugares, ni siquiera entonces digo que está en la España franquista. De tal manera que hoy la compañía uruguaya Las Ranas la monta en París, y ellos, sin necesidad de manipular en ningún sentido el texto, logran situarla en el Uruguay de hace cuatro años y queda estupendo.
P. En 1977 envió usted una carta al rey Juan Carlos con esta pregunta: ¿Cuándo podré escribir lo que deseo en mi propia lengua y en mi propio país? Ahora le pregunto: ¿Qué circunstancias favorables espera para ello?
R. Me haces la pregunta que más me molesta. Yo podría decir por ejemplo, aunque sin querer compararme ni muchísimo menos con Plácido Domingo, Severiano Ballesteros o Julio Iglesias. Entonces te voy a decir mentiras, porque yo no conozco la razón. Hay un problema que siento y es un problema con mi propio país, con mi propia raíz. Te podría decir, por ejemplo, que no vengo porque estoy haciendo mi teatro en el extranjero, porque yo no podría vivir lejos de la comunidad de artistas de la Escuela de París, que para mí es la más viva del mundo, o sin poder llamar por teléfono a Beckett; todo esto es cierto, pero no lo es. Va a hacer 30 años en diciembre que no vivo aquí.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.