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La reforma de la Puerta del Sol no afectará al tráfico privado según los autores del proyecto

"La transformación de la Puerta del Sol no condiciona, desde el punto de vista arquitectónico, la existencia o no de tráfico privado cuando terminen las obras". Este es el punto de vista de los autores del proyecto de reforma, expuesto por el arquitecto Antonio Riviere en un debate celebrado en el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid. El acto no contó con la presencia oficial de ningún responsable del Ayuntamiento de Madrid.

El debate sirvió para que Riviere y Javier Ortega, autores del proyecto, y Antón Capitel, representante de Bellas Artes que ha asesorado a los anteriores, confrontaran sus puntos de vista con los detractores de la reforma, algunos de los cuales dan por segura la intención de eliminar definitivamente el tráfico de vehículos privados.Después de unas referencias históricas, Capitel explicó al centenar de asistentes al coloquio que las posibilidades manejadas por los autores del proyecto fueron muchas. Se hicieron planos en los que la única modificación sustancial era el ensanchamiento de las aceras. Otra posibilidad barajada fue la de reservar en el centro de la plaza una zona para viandantes. También se planteó el cierre de toda la plaza al tráfico de vehículos, tanto privados como públicos, y se llegó a considerar la posibilidad de devolver a la plaza su aspecto en el siglo XIX.

Convencidos de que había que crear una nueva plaza y de que la zona para viandantes tenía que situarse al norte, junto a la desembocadura de las calles Preciados, Carmen y Montera, se elaboró la propuesta definitiva, que el Ayuntamiento de Madrid aceptó.

Riviere manifestó que la propuesta inicial debe ser adaptada ahora al cambio de planes impuesto por la Dirección General de Infraestructura del Transporte sobre el vestíbulo del metro de la Puerta del Sol. Este organismo ordenó a la Compañía Metropolitano presentar un segundo proyecto, porque el primero costaba cerca de 1.500 millones de pesetas (el triple de lo presupuestado), no se podía hacer en el plazo previsto (antes de febrero próximo) y obligaba al cierre temporal de la estación.

En el apartado del tráfico de vehículos, Riviere explicó que, al cabo de muchas conversaciones entre los arquitectos y los técnicos del Ayuntamiento, se ha llegado a diseñar dos calzadas de 10,70 metros de anchura, lo que permite construir tres carriles en cada sentido. "En la actualidad la plaza tiene cinco carriles en cada sentido, pero dos de ellos servían para preparar los giros. Al quedar suprimidos éstos, se deja el mismo número de carriles de circulación. Por eso, la reforma de la plaza no condiciona en ningún sentido la decisión municipal de permitir o prohibir el paso de automóviles particulares", dijo Riviere.

Detractores

En el acto participó, entre otros arquitectos, Miguel Fisac, que se mostró contrario a la propuesta de reforma y defendió la ruptura de la simetría de la zona de peatones con un elemento que equilibre la antigua Casa de Correos y de la Dirección General de Seguridad. "Correos no está en el centro, por lo que no tiene sentido buscar la simetría en una parte de la plaza cuando la otra es asimétrica", dijo Fisac.Eugenio Gutiérrez, arquitecto perteneciente a la comisión de seguimiento sobre la Puerta del Sol de la Cámara de Comercio e Industria, aseguró que los comerciantes están en contra del proyecto. "La ampliación de aceras sólo servirá para dar más facilidades a la instalación de trileros y prostitutas", predijo Gutiérrez. Añadió que los comerciantes temen la supresión definitiva del tráfico de automóviles particulares, una vez terminadas las obras de reforma.

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