Grupos incontrolados de taxistas intentaron bloquear el tráfico
Grupos incontrolados de taxistas de Madrid organizaron ayer un paro sin previo aviso e intentaron bloquear el tráfico en puntos neurálgicos de la ciudad para protestar por la agresión de que fue víctima un compañero. Fidel Hernández, de 45 años, resultó gravemente herido a las dos de la madrugada por un cliente que le apuñaló en la calle de Orense. Dirigentes de las tres organizaciones sindicales del sector, que efectuaron llamamientos para el restablecimiento de la normalidad, tuvieron que ser protegidos por la policía para evitar que sufrieran agresiones.
Fidel Hernández fue herido frente al número 6 de la calle de Orense por un cliente con el que había mantenido una fuerte discusión sobre el precio del recorrido que el agresor se negaba a abonar. El cliente huyó a la carrera después de asestar cuatro puñaladas al taxista, arrojando el arma debajo de un automóvil, según manifestaron testigos presenciales del hecho. Varias personas intentaron detenerle, pero no lo consiguieron. Al parecer, la policía había identificado ayer al delincuente.El herido fue trasladado por algunos compañeros al hospital de la Cruz Roja, donde se le practicó una intervención quirúrgica. El parte médico señala que padece cuatro heridas en región infraclavicular derecha, dos de ellas penetrantes hasta la cavidad torácica, que afectan al lóbulo superior, con rotura de parénquima pulmonar y neumotórax. El paciente evoluciona favorablemente, dentro de la gravedad.
La noticia de la agresión se extendió rápidamente entre los taxistas de servicio nocturno, que se avisaron mediante los radioteléfonos. A partir de las cuatro de la madrugada se hizo imposible encontrar un taxi. Grupos de conductores muy excitados se presentaron a las siete de la mañana ante el palacio de la Moncloa, sede de la Presidencia del Gobierno, y bloquearon la carretera de La Coruña para mostrar su repulsa por el incidente y "pedir soluciones a Felipe González". Esta carretera soporta los domingos por la mañana un tráfico intenso en dirección a la sierra y al hipódromo de la Zarzuela. Fuerzas de la Policía Nacional impidieron a los concentrados que se acercaran al palacio y les disolvieron en torno a las nueve, advirtiéndoles que se podían imponer fuertes sanciones, incluida la retirada de la licencia.
Durante la madrugada y la mañana, varios piquetes, en actitud agresiva en algunos casos, lograron paralizar la actividad de los cerca de 7.000 taxis que circulan habitualmente los domingos. Los cortes de tráfico se repitieron ininterrumpidamente, entre otros puntos en la Puerta del Sol, accesos al aeropuerto de Barajas, calle de
Ferraz (donde se encuentran el domicilio del alcalde, Enrique Tierno, y la sede central del PSOE), paseo de la Castellana, Cibeles, Moncloa y Santa Engracia.
A las ocho de la mañana, el delegado del Gobierno en Madrid, José María Rodríguez Colorado, se reunía en su despacho con representantes de las tres asociaciones del sector -Asociación Gremial del Taxi, Federación de Autónomos y Agrupación de Trabajadores Autónomos (ATATUGT)- para intentar negociar una solución, mientras un centenar de conductores, reclamaban medidas de seguridad. Los representantes sindicales, que tuvieron que ser protegidos a la salida por la policía ante los intentos de agresión de algunos de los concentrados, convocaron asambleas y difundieron llamamientos para que terminara el paro. Los dirigentes sindicales argumentaron que "los usuarios no tienen la culpa de lo que ha sucedido, aunque de seguir produciéndose estos hechos tendremos que suspender el servicio nocturno hasta que no existan las garantías necesarias". Un portavoz de la asociación gremial precisó que a diario se produce una media de ocho atracos contra taxistas, cifra que se eleva los sábados.
Habrá sanciones
A las once de la mañana, "el desbarajuste era total", según expresión de las propias asociaciones sindicales. Mientras algunos taxistas recogían pasajeros y les pedían que se colocaran en la parte delantera, por miedo a las agresiones de los piquetes, los grupos incontrolados proseguían en su actitud de cortar el tráfico. La situación fue evolucionando hacia la normalidad a primera hora de la tarde.
Rodríguez Colorado precisó tras reunirse con los representantes del sector, que "se implantarán controles policiales en algunas de las zonas consideradas más peligrosas por los taxistas, y en breve se instalará una mampara divisoria de seguridad entre el conductor y los pasajeros, así como un sistema luminoso externo de aviso".
El delegado del Gobierno anunció también que se impondrán fuertes sanciones, que pueden llegar hasta la retirada de la licencia a los participantes en grupos incontrolados que intentaron sembrar el caos en la ciudad.
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