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El doble voto, gran esperanza de la coalición conservadora que gobierna en Berlín Oeste

Berlín Oeste, que durante 30 años fue un feudo de la socialdemocracia, está gobernado desde hace un quinquenio por una coalición de centroderecha, democristianos (CDU) y liberales (FDP), como la que gobierna en Bonn. Las elecciones del domingo constituyen una prueba sobre todo para los liberales, porque en Berlín Oeste se vota con arreglo al mismo sistema de los dos votos que rige para las elecciones al Parlamento federal (Bundestag). El mismo domingo también hay elecciones en el Estado del Sarre.

Los liberales han centrado su propaganda en la petición del segundo voto, que en las elecciones federales de hace dos años les dio buenos resultados; los democristianos centran su campaña sobre la figura del actual alcalde-presidente, Eberhard Diepgen, que en sólo un año ha conseguido una gran popularidad; los socialdemócratas (SPD) parecen tener perdida la batalla, y la Lista Alternativa espera conseguir un aumento espectacular de votos.Las calles de Berlín Oeste están inundadas de enormes carteles que presentan a Eberhard Diepgen, de 43 años, como "Uno de los nuestros". Con una campaña propagandística muy bien realizada, frente a los tristes carteles que presentan al contrincante sociáldemócrata Hans Apel, de 53 años los democristianos han conseguido crear una sensación de victoria con su candidato Diepgen. Hace un año Diepgen asumió la alcaldía -el Gobierno- de Berlín Oeste por la marcha a Bonn del hoy presidente de la República Federal de Alemania (RFA), Richard von Weizsaecker. Entonces nadie apostaba por el joven y gris político, pero en un año Diepgen no ha tenido tiempo para equivocarse.

Al mismo tiempo, en Berlín Oeste se ha producido un ligero despegue económico, que ha rebajado las cifras de parados con relación a las de la RFA. Diepgen ha sabido además quitarse la imagen de político provinciano y derechista con declaraciones moderadas, fotos al lado de los dirigentes de los países aliados occidentales responsables de la soberanía, de Berlín Oeste e incluso una visita al otro lado del muro para entrevistarse con el jefe del Estado y secretario general del partido de la República Democrática Alemana, Erich Honecker.

Un socialdemócrata cunero

Tras las experiencias con políticos venidos de la RFA que luego abandonaron Berlín Oeste para seguir su carrera en Bonn, la CDU ha jugado la carta de presentar a Diepgen como uno de los nuestros frente al candidato socialdemócrata Hans Apel, un cunero -ajeno a la circunscripción por la que se presenta- enviado desde la central. Apel ni siquiera ha llegado a asegurar que permanecerá en Berlín Oeste como líder de la oposición si pierde las elecciones el domingo, y dijo un día que había llegado allí "como un fiel soldado del partido".El ex ministro de Hacienda y de Defensa del Gabinete de Helmut Schrnidt pertenece al ala derecha de la socialdemocracia. Apel fue uno de la llamada irónicamente banda de los cuatro, miembros de la presidencia que en el congreso del SPD de noviembre en Colonia no votaron en contra del estacionamiento de los misiles atómicos de la OTAN en la RFA. El candidato socialdemócrata se distingue por su tono desabrido en el trato, lo que le ha valido la antipatía hasta de sus propios correligionarios en Berlín Oeste, que ya dan por perdida la batalla del domingo y sólo esperan que no se pierdan muchos votos con relación al 38,3% conseguido hace cuatro años.

Apel se negó categóricamente a todo tipo de coalición con la Lista Alternativa, que agrupa al movimiento contracultural de la ciudad y en las anteriores elecciones consiguió el 7,2% de votos. Ahora los sondeos pronostican que incluso podría duplicar ese porcentaje. Sin los votos de la Lista Altemativa es imposible en Berlín Oeste romper la mayoría democristiana, aunque los liberales, no lleguen al 5% y se queden fuera del Parlamento de la ciudad.

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Los liberales, divididos

En 1981, el FDP tuvo el 5,8% de votos, que sumado al 48% de la CDU supone una mayoría. Hoy la situación del FDP en Berlín Oeste es mala, con un partido dividido y desmoralizado. Sin embargo, el sistema electoral de estas elecciones, con dos votos, puede permitir al FDP rebasar la barrera del 5% y mantenerse en el Parlamento y en la coalición de gobierno.El FDP hace campaña descarada para recibir el segundo voto. En Berlín Oeste los electores tienen tres votos. El primero, para el diputado de forma personal; el segundo, para un partido, y el tercero, para las elecciones del representante de cada distrito municipal. La posibilidad de dar el primer voto al diputado de un partido y el segundo a un partido diferente hace que el FDP haya orientado su campaña hacia el segundo voto.

La Prensa berlinesa está llena estos días de fotos de personas que anuncian su disposición de dar el segundo voto a los liberales, porque aseguran que "ésta es la única posibilidad de que la ciudad tenga un Gobierno estable". Muchos temen que la Unión Cristiana Democrática sola no consiga la mayoría absoluta, que el FDP no llegue al 5%, y entonces podría surgir una combinación donde socialdemócratas y alternativos tendrían una mayoría parlamentaria, pero imposible de llevar a la práctica. Las exigencias de la Lista Alternativa harían imposible una coalición, y Berlín Oeste sólo podría gobernarse con un partido minoritario o una gran coalición CDU-SPD.

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