Baja la bolsa
Que el mundo de los negocios no tiene que ver con los caprichos del balón es algo que rige más allá de nuestras fronteras. El Tottenham, por primera vez en 24 años, puede ganar la Liga. Sin embargo, en la última semana, la Bolsa de Londres cerró con un descenso de 72 peniques en las acciones de este club. Ahora es posible adquirir una acción del Tottenham por 1,28 libras (unas 260 pesetas).Si en España las grandes deudas de los clubes comenzaron con la construcción de campos, en el caso del rival del Real Madrid también. La única tribuna moderna que posee el club londinense dejó a la entidad en números rojos. El nuevo presidente del club adoptó la revolucionaria decisión de, por primera vez en el Reino Unido, poner a cotizar en bolsa las acciones de la sociedad.
De los bienes del club quedaron excluidos los jugadores. El día que se abrió la cotización de estas acciones aparecieron spurs en todas las esquinas. En una hora se vendió todo el papel por valor de 4,5 millones de libras (unos 900 millones de pesetas), aunque la petición de compra alcanzó una cifra de 4.000 millones.
Económicamente, el Tottenham es hoy el club más sólido del país. Está construyendo su futuro deportivo. Por fin, tiene sus propias instalaciones para entrenamientos, además de pistas de tenis y squash abiertas al público.
En el estadio, dos pisos de las nuevas tribunas se han transformado, al igual que sucede en otros campos europeos, en palcos de propiedad privada. Por un millón de pesetas al año, cualquier empresa se da el gustazo de ofrecer a sus invitados una localidad de primera fila.
Cada palco tiene su propio camarero y bebidas alcohólicas, algo muy apreciado en un lugar donde no se puede beber más allá de cerveza. Pese a estar aislados por fuertes cristales, los visitantes pueden regular el volumen del ambiente por si la conversación en el interior del palco es menos interesante que los rugidos de los supporters.
Para llegar hasta el palco basta con pulsar una clave secreta, entre pasillos de gruesa moqueta, en cualquier día del año, haya o no fútbol. Los interesados deben escribir al 762 High Road, de Londres. Una secretaria, rodeada de ordenadores, le proporcionará toda la información de su banco de datos. Habrá que esperar, pues los 72 palcos (72 millones de pesetas al año) tienen inquilinos.
Los directivos del Tottenham, desde hace tres años, vieron muy claro que nada tiene que ver un campo viejo y feo con una infraestructura moderna.
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