Hassan II proclama la "indivisibilidad soberana" de Marruecos
El rey Hassan Il de Marruecos dijo ayer que "la soberanía marroquí es y será una e indivisible sobre todo el territorio nacional, de Tánger a La Güera, y no será jamás objeto de negociaciones, y mucho menos de concesiones". En un discurso televisado a la nación, pronunciado en su palacio de Marraquech con motivo del 241 aniversario de su ascenso al trono marroquí, Hassan II señaló que "continúa el diálogo con Argelia, y Marruecos se esfuerza así e n mantener y crear lazos de buena vecindad". El escenario de estas celebraciones no ha sido El Aaiún.
Las festividades del aniversario de su acceso al trono se han celebrado una vez más en Marraquech, ciudad a la que han acudido más de 1.000 invitados de Marruecos y del extranjero. Ayer, el rey recibió felicitaciones del cuerpo diplomático acreditado en Rabat, así como de los altos dignatarios civiles y militares.Hoy se celebrará la tradicional ceremonia de la renovación del voto de fidelidad a la monarquía o bei'a, una costumbre medieval con la cual las diferentes tribus de Marruecos originalmente reconocían una relación de vasallaje con los sultanes.
Todas estas ceremonias estaban previstas en El Aaiún, pero fueron trasladadas a última hora, y sin que medie ninguna explicación oficial, a la ciudad marroquí de Marraquech.
"No es tradición de Marruecos seguir una política extranjera de aislamiento", dijo el rey, "seguimos fieles a la idea de la edificación del Magreb árabe". En esos mismos términos se expresó el martes pasado a ese respecto el presidente argelino, Chadli Benyedid aunque, si bien Hassan precisó ayer que ese Magreb sólo es posible en el respeto de la soberanía marroquí sobre el Sáhara, el presidente argelino hizo hincapié en que para Argelia el Magreb sólo es posible después de la solución del conflicto del Sáhara, y con el reconocimiento de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD).
El rey Hassan II y Chadli Benyedid se encuentran, pues, más atados que nunca a sus reiterados compromisos, el uno de conservar la soberanía actual sobre el territorio, y el otro a lograr el reconocimiento final de la RASD, a favor de la cual ya ha obtenido que 61 Estados miembros de las Naciones Unidas establezcan con ella relaciones diplomáticas.
Compromiso en el Sáhara
En estas circunstancias, parece lógico descartar las especulaciones aparecidas en los últimos días en la capital marroquí, según las cuales el monarca marroquí, al suspender su viaje del 3 de marzo a El Aaiún, busca no quedar demasiado comprometido ante la posibilidad de un futuro arreglo con Argelia. La monarquía marroquí, como todo Marruecos, se encuentra irreversiblemente comprometida con el mantenimiento de esa soberanía, a tal punto que no es exagerado afirmar que el propio destino y la misma supervivencia de la monarquía están hoy indisolublemente ligados a la conservación por ella del Sáhara.En el plazo de los cuatro últimos días, los actores principales de ese conflicto, el rey de Marruecos, el presidente de Argelia, el presidente de la RASD, y el líder de la revolución libia, han pronunciado discursos relativamente moderados. El propio presidente de la RASD, Mohamed Abdelaziz, acaba de declarar que aunque el Polisario continúa la guerra, deja siempre la puerta abierta a la paz.
Esta moderación generalizada constituye una razón de más para pensar que el entendimiento en la región, sin descartar que sea posible cuando una de las dos partes principales ceda, está hoy más lejos que nunca y, por tanto, ninguno de los actores desea aparecer ante la opinión pública internacional -cada vez más irritada con la prolongación de un conflicto que responde, en gran medida, a una pugna hegemónica- como el causante de una eventual confrontación militar entre ambos..
El rey Hassan II ha vuelto a defender una vez más la unión libio-marroquí y ha reconocido que algunos la han acogido con aprensión, y otros atribuyéndole intenciones "de las que es inocente".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.