Todo el déficit anual para pagar intereses y devolver la deuda
El coste del déficit público -el precio de la deuda en intereses y devoluciones efectivas- se aproxima cada vez más a la diferencia anual entre ingresos y gastos del Estado, hecho que estuvo en su origen. Hace una década, cuando no existía o no era estructural dicho desequilibrio, las cargas financieras del Estado sumaban unos 20.000 millones de pesetas. En 1985 excederán por primera vez el billón.El problema presenta, no obstante, otras aristas. Como ya más de la mitad de la deuda tiene vencimiento a menos de un año (casi todos los pagarés del Tesoro, principalmente), ello permite aprovechar la baja de tipos de interés en el mercado abierto para reducir sus costes. Asimismo, antes las emisiones del Banco de España eran neutralizadas con títulos (los certificados de regulación monetaria) que se ofrecían exclusivamente a los intermediarios financieros, lo que elevaba sus tipos de interés.
Pero no sólo el déficit estatalha causado el aumento de la deuda. Según fuentes del Ministerio de Economía y Hacienda, apenas un 40% de los 5,7 billones en que ha crecido ésta durante los dos últimos años ha ido a financiarlo. El resto ha procedido de problemas que han terminado por incidir a través del coste de la deuda en los Presupuestos del Estado.
Así, los 8 billones de deuda contabilizados el 31 de diciembre pasado -sin los 600.000 millones avales- han superado en 1,3 billones de pesetas a los 7,3 billones de pesetas que -después de incluir 580.000 millones de pesetas esperados en créditos exteriores avalados a terceros estimaba el Gobierno a finales del verano pasado, cuando presentó a las Cortes los presupuestos del Estado para 1985.
A partir de los 7,3 billones de deuda viva esperada al concluir diciembre de 1984, los Presupuestos de 1985 contenían una asignación de 206.997 millones de pesetas para devoluciones (sin incluir las de pagarés del Tesoro, que han de cubrirse con nuevas emisiones), y de 796.144 millones de pesetas para pagar intereses.
Fuentes del Ministerio de Economía y Hacienda han precisado, sin embargo, que este año podrán ser suficientes tales dotaciones presupuestarias. Pero hay diferencias notables entre la deuda viva estimada cuando se hicieron estas dotaciones para finales de 1984 por los presupuestos dé 1985, según consta en la documentación enviada a las Cortes, y la realmente existente el 31 de diciembre.
Desviaciones
Frente a los 661.000 millones de pesetas previstos en la interior, 1984 ha terminado con 1,1 billones, debido a los 446.000 millones de pesetas emitidos para Rumasa. Asimismo, los pagarés del Tesoro en circulación se calculaban en 3,3 billones y han terminado en 3,67 billones. Con todo, la mayor diferencia (229.186 millones previstos y 997.000 reales) se ha registrado en las deudas especiales de Renfe e INI, que se mantuvieron dentro de las previsiones hasta diciembre, cuando crecieron en unos 750.000 millones de pesetas por haber cargado en las mismas los créditos del Banco de España que cubren las deudas dejadas por anteriores Gobiernos y los créditos a las corporaciones locales asumidos por el Estado. Por el contrario, había unos 40.000 millones menos de lo previsto en células para inversiones (mecanismo por el que la banca privada financia a la oficial) y unos 128.000 millones menos en los préstamos del exterior, debido a que desde el verano -cuando se formularon las previsiones- han sido amortizados 156.000 millones, la mayor parte de ellos anticipadamente. Aunque se esperaba amortizar sólo unos 24.000 millones de pesetas, las devoluciones han ascendido a 176.630 millones a lo largo del año.
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