El plan de paz de Mubarak, comprometido por el rechazo de Israel y de la OLP

La propuesta de paz para Oriente Próximo del presidente egipcio Hosni Mubarak, parece ya comprometida, cinco días después de haber sido anunciada a bombo y platillo, por el doble no formulado por Israel y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) a determinadas cláusulas del plan.

A su salida, el jueves por la noche, de su última entrevista, celebrada en El Cairo, el general Abraham Tamir, emisario del primer ministro israelí, contestó con un tajante no a la pregunta de los periodistas sobre si Israel aceptaría negociar con una delegación jordano-palestina de la que formasen parte miembros de la OLP.Tamir, que está al frente del Gabinete del primer ministro, Simón Peres, confirmaba así las anteriores declaracliones de su jefe, que aceptó la oferta de Mubarak a condición de que entre las personalidades palestina con las que dialogue Israel "ninguna pertenezca a la OLP", organización a la que sigue calificando de terrorista.

Es harto improbable que el Gobierno de Tel Aviv flexibilice su actitud, y hasta ahora, uno sólo de sus ministros, Ezer Weizman -secundado por Aba Ebban, presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores y Defensa-, ha disentido al dar a entender que Israel podría sentarse a la misma mesa que los palestinos cercanos a la OLP.

La postura egipcia insiste, en cambio, en la participación, por lo menos indirecta, de la central palestina en eventuales conversaciones de paz, y para que no cupiese la menor duda al respecto, el ministro de Asuntos Exteriores, Esmat Abdel Meguid, respondió al general Tamir insistiendo en que "la composición de la delegación palestina ( ... ) debe ser decidida por la OLP, único y legítimo representante" de sú pueblo.

Compromiso difícil

Parece, por tanto, descartado que pueda gestarse un compromiso, como lo desearía probablemente Israel, en torno a la inclusión en la delegación jordano-palestina de dignatarios de los territorios ocupados de Cisjordania y Gaza, más vinculados al rey Hussein de Jordania que a la propia OLP. Una de las figuras más significativas de Cisjordania, Elías Freij, alcalde ultramoderado de Belén, dejó muy claro anteayer que se excluía de "formar parte de cualquier delegacíón que negase la representatividad de la OLP y fuese formada sin su acuerdo."A la objeción de Israel sobre la representación palestina se añaden ahora las crecientes críticas suscitadas en las mismas filas de la OLP por el proyecto del rais, aunque Yasir Arafat, su máximo líder, ha evitado hasta ahora hacer comentarios ni se ha emitido un comunicado oficial sobre la cuestión.

Al margen de los ataques virulentos que ha provocado el plan Mubarak por parte de los palestinos afincados en Siria -cuya reivindicación sobre el Gollin ocupado el presidente egipcio ignora en su propuesta-, tres íntimos colaboradores de Arafat lo han denunciado, e incluso Abu Jihad, su lugarteniente, lo rechazó el jueves "total y definitivamente". A Arafat le fue ya diricil obtener a mediados de mes la aceptación con reservas por el comité ejecutivo de la OLP del acuerdo que concluyó el 11 de febrero con el monarca hachemí, a pesar de que implica menos concesiones a Israel que la iniciativa egipcia.

Para dar su visto bueno definitivo a la "fórmula de acción conjunta" elaborada por Hussein y Arafat, los principales dirigentes palestinos aún leales a su jefe han pedido incluso al reino jordano que introduzca modificaciones en el acuerdo -confirmando, por ejemplo, el carácter independiente del hipotético Estado palestíno y la autonomíacon vistas a los jordanos de los representantes de la OLP.

Un emisario de la OLP se ha desplazado a Viena, donde se encuentra Hussein, para abordar el asunto, según reveló Oabu Iyad, otro hombre de Arafat, en una entrevista publicada ayer por un diario saudí.