Cuando pintan bastos se pierde con sota, caballo o rey
Aunque algunos partidarios de la filigrana pensaban que la audiencia concedida ayer por el rey Juan Carlos a la Junta Sindical de la Bolsa de Madrid podría servir como un cierto estímulo al mercado -no se sabe por qué extraña causa-, estas esperanzas se vieron frustradas en cuanto comenzó la contratación y las rebajas generalizas hicieron acto de presencia en la plaza de la Lealtad.Y es que los datos macroecónomicos han venido a incidir negativamente en una situación del negocio bursátil que ya se veía muy irregular. El aumento del 1,8%. en el índice de precios al consumo para el mes de enero ha sido un toque de alerta, a juicio de, los analistas, de que los rebrotes inflacionistas pueden asomar la cabeza en cuanto se baje un poco la guardia. Precisamente en este sentido, la próxima aplicación del impuesto sobre el valor añadido viene a suponer otro elemento de incertidumbre, ya que la experiencia de los países del área mediterránea en el momento de introducir el polémico IVA ha tenido siempre consecuencias altamente inflacionistas. No son pocos quienes calculan que éste podría incidir hasta un 5% en nuestro país.
Por si fuera poco, las expectativas internacionales tampoco son demasiado brillantes. Los bonos del Tesoro norteamericano descendieron la víspera un punto su tasa de descuento, dando la razón a los gurús de Wall Street, Henry Kaufmann y Allen Sinai, que habían pronosticado esta caída hace ya varias semanas. Según sus previsiones, a este descenso le deberá seguir un repunto del prime rate (tasa de interés preferencial) en Estados Unidos durante el mes de marzo.
Así las cosas, los expertos consideran que los deseos del Gobierno de Madrid de rebajar sustancialmente los tipos de interesen las próximas subastas del pagarés del Tesoro se muestran difíciles de alcanzar. Y aunque no pocos piensen que la retribución de este dinero se mantendrá estable a corto plazo -la subasta celebrada ayer registró un interés marginal del 12,006%. y un tipo medio del 11,955%-, creen que será prácticamente imposible llegar a ese 10% anunciado por la Administración en sus previsiones iniciales.
El balance negativo de estas reflexiones, por consiguiente, ha afectado a todo el negocio bursátil, que continúa registrando un descenso de los niveles de contratación efectiva, a pesar de que las operaciones de compras a crédito se mantienen en tomo a los 200 millones de pesetas, casi dirigido integrante al sector eléctrico y a Telefónica.
Este último valor, por cierto, comienza a sufrir la presión de ventas extranjeras, que hasta el momento han sido bien digeridas, habida cuenta de la falta de autortera de la sociedad. Pero algunos analistas consideran que si este papel siguiera presionando se rompería la resistencia.
A nivel de análisis técnico, por otra parte, los expertos esperan con temor una posible ruptura de la cota del 112%, lo que dejaría expedito el camino hasta el 106%. El momento, pues, es bastante delicado.
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