"Los embajadores son espías públicos", declara Manuel Fraga

"La expulsión está bien hecha", ha dicho Manuel Fraga al referirse a la decisión del Gobierno español respecto a dos diplomáticos norteamericanos que fueron sorprendidos en tareas de espionaje. "Pero tengo que decir", añadió, "que cuando se trata de países amigos las expulsiones se hacen, pero no se dicen". Más adelante añadió que no conocía ninguna excepción al hecho de que "la misión fundamental de las embajadas sea informar de lo que pasa en un país". Citando a Diego Saavedra y Fajardo, dijo que "los embajadores son espías públicos, y eso está escrito ya en el siglo XVII".Cuando se le objetó que el pueblo español podría tener derecho a estar informado sobre una supuesta actividad de espionaje, Fraga repondió categóricamente que "el pueblo español tiene derecho a todo, sobre todo, a estar bién gobernado, lo que no es el caso". Y restando importancia al suceso, que "no tiene por qué influir negativamente" en las relaciones entre ambos países, indicó que "es obvio que para una embajada, incluso amiga, el conocer mejor el sistema de comunicaciones del país y saber de verdad lo que está pasando y las decisiones que se toman es muy natural que lo intente, y es muy natural que el Gobierno del país se oponga a eso".

Fraga realizó las anteriores declaraciones en el transcurso de una conferencia de prensa en la universidad de León, adonde acudió a inaugurar un ciclo sobre la transición española en el que participarán figuras políticas de diversas tendencias. El líder de AP reclamó medidas más enérgicas contra el terrorismo. Reconoció que "los terroristas están mejor en Cabo Verde que en el sur de Francia", pero añadió que eso era "un mal menor", ya que "a Francia debería pedírsele más: que los internase o los extraditase". Dijo que había sido sacada de contexto la frase de que se comería crudos a quienes disputaran su liderazgo. Según Fraga, "una anécdota humorística fue convertida en una afirmación falsa y estúpida".

Cambiar la ley

Recordó que había estado en el Congreso el 23-F, y reconoció que "sin duda alguna" la democracia española está hoy más asentada que hace cuatro años, aunque negó que la existencia de un Gobierno socialista tuviera nada que ver con ese proceso, porque ya "aquel día se vio lo sólida que estaba (la democracia) y también se vio la fuerza que le da la presencia de la Monarquía". Sobre la evasión de capitales, dijo que "si hay una ley, que se cumpla", aunque matizó que "la ley no es buena porque no atrae capitales a España, sino que propende a asustar a la gente y a sacarlos fuera. Modifiquese cuando sea el momento".

Fraga, que recordó que había impulsado desde su puesto de ministro de Información y Turismo la creación del hostal de San Marcos en León, se mostró partidario de la privatización de Entursa -propietaria del hotel-, aunque defendió que la existencia de un pequeño sector público había demostrado su bondad, y mostró su sorpresa porque "cada vez que vengo a León veo que hay menos muebles de los caros, lo cual me preocupa muchísimo, y yo no se quién se los lleva".