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Reportaje:

Luz de gas al norte de Lugo

Aseguran que tienen su futuro hipotecado. No pueden ver la televisión ni utilizar el frigorífico. Ni tan siquiera una plancha. Han recurrido incluso al Rey, y hace 21 años que les prometieron que la electricidad llegaría pronto a sus hogares. Continúan esperando, a pesar de que por encima de sus casas pasa una red de alta tensión que no ha entrado en servicio. No entienden cómo Galicia puede exportar a otras comunidades la mitad de su producción eléctrica mientras algunos, de ellos se han visto obligados a adquirir grupos electrógenos para ir salvando la situación. Todos están dispuestos a adoptar acciones violentas como presión, porque "no podemos esperar más y algunos prefieren la cárcel antes que seguir sin luz".

Son más de 450 familias -el 35%- del municipio de O Valadouro, al norte de la provincia de Lugo, las que, todavía hoy dicen que "conocemos la luz porque la vemos cuando bajamos al pueblo", y siguen alumbrándose con candiles y pequeñas bombonas de camping-gas. Como ellas, casi otro centenar de familias de O Caurel, Navia de Suarna, Ribeira de Piquin y Baralla permanecen en igual situación.La Delegación Provincial de Industria, Energía y Comercio de la Xunta de Galicia prevé que antes de final de año toda la provincia de Lugo estará electrificada. Pero los vecinos de Frexulfe, O Cadramón y Vilacampa, en el municipio de O Valadouro, no lo creen.

Pilar Expósito ha pasado en Frexulfe su más de medio siglo de vida sin conocer las ventajas de la energía eléctrica. Ella sigue alumbrándose con un pequeño camping-gas y por eso asegura que "no extraño la luz eléctrica porque nunca la tuve", mientras trata de encender el fuego de su cocina. "Mire, hasta hace unos años utilizaba un candil de gas, pero un día vino mi hermana y me dijo que este sistema era mejor. Tenía razón".

Muy diferente es la situación de Jesús López Soto y su esposa, quienes tras permanecer 13 años corno emigrantes en Suiza "volvimos aquí e hicimos nuestra vida, pensando que la situación no se prolongaría por más tiempo". De este, hace 17 años. Los mismos que lleva presidiendo la comisión vecinal de electrificación que ha recorrido media España en busca de solución al problema.

López Soto, que, curiosamente, regenta un taller de electrodomésticos en la Villa de O Valadouro, y su mujer arreglaron una casa de campo dotándola, entre otros aparatos, de televisor, frigorífico y lavavajillas. Y ante la tardanza en dotarlos de electricidad se han visto obligados aadquirir un pequeño grupo electrógeno.

El matrimonio casi considera un insulto que desde un lugar cercano, una finca de su propiedad, "podamos ver las torres de la central de As Pontes, una de las de Galicia que exporta energía", y que por las inmediaciones de su casa pase una red de alta tensión, "que pusieron para el repetidor de televisión cuando los mundiales de fútbol de 1982, pero que no llegó a entrar en servicio.

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Como ésta, más de 400 familias pertenecientes a los barrios de Vilacemil, Revolta, Pedrouzos, Alaxe, Riocabreiro, Pedreña y Aguario, y a las parroquias de O Cadramón, Vilacampa y Frexulfe, viven en las mismas condiciones. Algunas incluso han logrado contar con teléfono y ver cómo la carretera asfaltada llega hasta la puerta de sus casas antes de tener luz. Como Emilio Rodríguez López, que con un gran generador alimenta la maquinaria de un aserradero en el que mantiene 17 trabajadores.

"¿Para qué la autonomía?"

López Soto afirma que "sin luz vivo amargado, y cada noche, al cruzar la puerta de mi casa, me acuerdo de la incompetencia de Fernández Albor y de todos los miembros de la Xunta". E inmediatamente se pregunta: "¿Para qué nos sirve la autonomía?" y "¿cómo puede alguien intentar exportar fuera de Galicia esta política económica autonómica cuando se les debía de caer la cara de vergüenza de lo que aquí ocurre?".El alcalde de O Valadouro, el socialista Luis Martínez, califica de "auténtica barbaridad" la situación de sus 1.500 vecinos. Y asegura que le resulta más incomprensible que la de los vecinos de O Caurel, Navia, Baralla y Piquín, porque "éstos residen en zonas rurales, apartadas, y los de aquí están a kilómetro y medio de la villa, con teléfono y viendo cómo los cables del tendido pasan por encima de sus explotaciones.

Hace sólo unos días que el alcalde fue informado de que ya se encuentra redactado el proyecto de obras por un importe superior a 86 millones de pesetas.

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