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VIAJES

El cerro de Biar

Un isla en el secano alicantino

De lejos parece población de juguete, lienzo fantástico. Solo, aislado en la llanura, con el telón oscuro de las sierras de Fontanella y Onil, se levanta un cerro puntiagudo cuya salvable altura se ve acentuada por las torres del castillo. En sus laderas se aprietan calles y casas, dejando apenas espacio para rincones y plazas. Abajo, ya en el llano, la población se amplía y crecen los edificios modernos.Biar es todo él línea vertical, cuesta que baja y sube del castillo moro en curvas y escaleras. Arcos apuntados las flanquean y contribuyen, ya en la cercanía, a esa imagen de pueblo de otros tiempos, postal medieval, instantánea tan sólo estropeada por las nuevas construcciones. Dicen que tuvo origen romano. Lo que es indudable es su carácter árabe. Una gran torre cuadrada domina castillo y cerro en su parte más alta. Dos órdenes de murallas almenadas rodean la estrecha base acomodándose a las formas del peñasco. Tan sólo se sabe que fueron los invasores moros los que lo levantaron, y que en el siglo XIII jugó un papel importante en la zona, que era tierra de frontera. Después de un largo sitio y muchos conciertos, la villa se rindió a Jaime I, no sin antes haber el Conquistador aceptado que los vencidos mantuvieran su religión y sus propiedades.

Años más tarde, los cristianos comenzaron a construir su iglesia, cuya fachada se terminaría a comienzos del XVII. Gótica en su interior, cuenta con una preciosa portada renacentista adornada con relieves. Desde el punto de vista monumental es, sin duda, lo más notable de Biar.

De fiestas...

Del 10 al 13 de mayo (fecha a no olvidar si se pasa por estas tierras) tiene lugar en Biar la danza de Les espies a la Mahoma, curiosísima variedad de las fiestas de moros y cristianos tan comunes en toda la zona. Los ritos cristianos a la paltrona, la Virgen de Gracia, se hacen uno con los festejos en honor a la Mahoma, tocada con un turbante realizado con las cuatro barras del reino de Aragón. Danzas, pólvora, hogueras, parlamentos y batallas forman parte de la fiesta.

Es Biar población de tradición alfarera, conservándose en la actualidad tan sólo un obrador, el de Francisco Maestre Francés, que produce todo tipo de cerámica. Tarros para la cocina, juegos de café, jarras, jarrones, botijos, macetas y toda clase de objetos de adorno más o menos estrambóticos, algunos de clara influencia de Manises. Se puede visitar el taller y comprar sobre la marcha.

LA CASA DEL ALFARERO

La dirección, Subida a la Ermita, s/n, es algo complicada de localizar. Lo mejor será dirigirse por la carretera de Alcoy hacia el santuario de la Virgen de Gracia. Desde la ermita, un camino baja hacia la población: a mano izquierda, un cartel señala la puerta adecuada. Y una última indicación: la. forma más corta de Negar a Biar es desde Villena, en la carretera Madrid-Alicante, de la que tan sólo dista ocho kilómetros.

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