En defensa de Edelweis
Ateniéndonos al derecho de réplica que contempla la vigente ley de Prensa, y confiando en la integridad que suele presidir la pauta informativa de su periódico, nos dirigimos a usted en la confianza de que publique estas líneas.En uno de los últimos ejemplares de su periódico hemos leído nosotros y nuestros abogados portugueses la sorprendente noticia de que estos últimos se negaban a defendernos en base a las acusaciones de que somos objeto. Esta noticia es absolutamente falsa e infundada, y nos parece increíble que un periodista honesto pueda publicar falsedades en un diario independiente, como pretende ser el suyo, sin comprobarlas previamente.
Edelweis y cuantos nos sentimos
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orgullosos de formar en sus filas, con. una conciencia perfectamente tranquila respecto de la sarta de infamias y embustes que se han vertido sobre nuestras personas, y que no ofenden más que a las mentes sucias y ávidas de lucro comercial (aun a costa de la más descarada de las manipulaciones periodísticas que se hayan podido publicar en los últimos años en nuestro país), no podemos sino contemplar con tristeza y amargura cómo una Prensa que quiere ser libre y objetiva en un país democrático y de derecho se ha hecho eco de chismes de porteras y de rumores que en ningún caso provenían de la policía ni de fuentes oficiales de la justicia, publicándolos como verídicos, sin duda con la intención de intoxicar a la opinión pública buscando objetivos meramente sensacionalistas.
Que sepa nuestro pueblo que a Edelweis y sus monitores se les acusa de asociación ilícita y de presunta corrupción de menores, y punto. Ni somos acusados de prostitución, ni de tentativas de atracos, ni de asociación política neonazi o paramilitar, ni de todo el resto de embustes sensacionalistas intentados por algunos periodistas deshonestos.
Queremos afirmar categóricamente que, al margen de que no es cierto que constituyamos una asociación de malhechores de ningún tipo, ni que jamás hayamos practicado ni consentido la corrupción sexual ni de cualquier otro tipo en los jóvenes (hecho éste que está por probar ante los tribunales), nos parece inconcebible que una Prensa y una televisión responsables ante la opinión pública se permitan publicar acusaciones y hechos no comprobados que ni tan siquiera contemplan las autoridades que siguen el caso Edelweis, atentando directamente contra la ley constitucional que protege el derecho al honor e imagen de los ciudadanos.
Baste recordar, dentro de los múltiples y lamentables ejemplos de desinformación de los últimos meses, el increíble montaje de Informe semanal, de Televisión Española (organismo dependiente del Estado), en el que se hizo contemplar a los asombrados televidentes a un grupo de niños pegando tiros con armas de fuego, presentándoles como componentes del grupo Edelweis, que no correspondía en absoluto a hechos reales, sino a un montaje efectuado con imágenes de archivo, como ya han comprobado las autoridades policiales y judiciales. ¿Cómo se puede engafiar a los telespectadores con semejantes trucos de laboratorio y tamaña desfachatez? De toda esta campaña de mentiras y sensacíonalismos, los principales perjudica dos han sido los niños de Edelweis, a los que esa Prensa decía defender, y que han sido blanco,de crueles burlas en sus barrios y colegios, con todo el trauma psíquico que ello supone. Pero los periodistas que escribieron y publicaron tales artículos, incluyendo fotografías, nombres y apellidos, posiblemente han cobrado ya por sus servicios, y el hecho de haber destrozado ante la opinión pública el faturo social de tales jóvenes, la honra y sus posibilidades de relación cívica normal seguro que no les ha quitado el sueño. En nombre de rnfles de antiguos y actuales edelweis, y en el nuestro propio, nuestro más absoluto desprecio para la sociedad que practica y aplaude tales métodos infonnativos. Muchas gracias si se atreven a publicar íntegramente estas líneas, cosa que nos permitimos dudar- Prisáo Privativa de Policia Judiciaria.
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