El Senado vigilará el impacto que cause en las autonomías el ingreso de España en la CEE

El Senado acordó ayer, al término del debate sobre el estado de las autonomías, abierto el pasado martes por el presidente del Ejecutivo, Felipe González, instar al Gobierno para que elabore el definitivo sistema de financiación territorial. Esta Cámara efectuará un seguimiento de la repercusión que en cada comunidad pueda tener la entrada de España en la CEE, al tiempo que se intensificará la actividad de sus comisiones con vistas a un contacto más estrecho con las autonomías.

El ministro de Administración Territorial, Tomás de la Quadra, extrajo la conclusión de que existe un consenso fundamental entre la política autonómica que traza el Gobierno y las aspiraciones de todos los grupos parlamentarios representados en el Senado. Esta impresión la dedujo el ministro al conocer el contenido de las mociones presentadas como culminación del debate.En virtud de los votos del Grupo Socialista, quedaron aprobadas 10 mociones: cuatro, presentadas por este grupo; una, de los nacionalistas catalanes; dos, del Grupo Popular; dos, del Grupo Vasco; y otra del Mixto, del total de 26 presentadas. Fueron rechazadas sendas mociones de los grupos Popular y Mixto que pedían una reglamentación estatutaria inmediata para Ceuta y Melilla. A este respecto, el ministro De la Quadra afirmó que el Gobierno redactará "un estatuto para estas ciudades cuando lo estime oportuno, sin plazos". El Gobierno se compromete, sin embargo, a cerrar el proceso de transferencias con el País Vasco en este año.

Defensa de las mociones

La segunda sesión de este debate autonómico se consumió en la defensa de las mociones por los portavoces, tarea que resultó compleja y, farragosa. El sistema elegido permitió que a cada intervención le siguiera el pronunciamiento de todos los grupos, con intervenciones reiterativas y poco clarificadoras. Cuando se entró en la quinta hora de discusión, comenzó a vislumbrarse qué mociones iban a ser las que el Grupo Socialista estaba dispuesto a aceptar, todo ello en presencia del vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, y los ministros De la Quadra, Ernest Lluch (Sanidad) y Carlos Romero (Agricultura).

Las cuatro mociones socialistas -de carácter muy genérico- acogían en gran medida, según el portavoz de este grupo, Juan José Laborda, el contenido de algunas de las presentadas por el resto de los grupos. "El Senado insta al Gobierno para que inicie con las comunidades autónomas el proceso de elaboración del sistema definitivo de financiación de aquéllas, de acuerdo con los principios de autonomía financiera, equilibrio económico y solidaridad interterritorial". Éste es el texto de una moción socialista aprobada. También se aprobó una parte de otra de los nacionalistas catalanes que se pronunciaba en el misimo sentido.

Seguimiento de inversiones

Asimismo, se acuerda, en otra moción aprobada, que las comisiones del Senado realizarán el seguimiento de las inversiones previstas en el Fondo de Compensación Interterritorial, de los planes de desarrollo regional y de las repercusiones que pueda tener la entrada en el Mercado Común.

También fue aceptada otra moción del Grupo Popular en la misma línea. El grupo conservador vio igualmente aprobada otra de sus resoluciones, por la cual el Gobierno debe formular una declaración expresa de las realizaciones del Consejo de Política Fiscal y Financiera de las Comunidades Autónomas (formado por tres miembros del Gobierno y todos los consejeros de Hacienda autonómicos).

El senador socialista Carlos Barral defendió la moción de su grupo sobre la defensa y promoción de "aquellas manifestaciones culturales que, enraizadas en las distintas comunidades autónomas, son patrimonio de la nación española". La intervención de este senador no fue entendida por ninguno de los portavoces de la Cámara, y fue calificada por el conservador Luis Fernández Madrid de "bucólica y pastoril". Este discurso suscitó una polémica, dado que Barral introdujo apuntes antropológicos y conceptos abstractos sobre la nación y sus fronteras culturales que, a su juicio, no necesariamente eran coincidentes con las barreras de separación de cada comunidad autónoma.

La referencia a las fronteras fue interpretada por Fernández Madrid como una insinuación de que el mapa autonómico de España aún no está cerrado y, por tanto, que permanece sujeto a modificaciones. Aunque Barral rechazó esta interpretación, la polémica fue cerrada por el ministro De la Quadra, que, mirando a los bancos de la derecha, afirmó: "Los mapas están cerrados, que quede claro a todos". Fue ésta una implícita advertencia a quienes desde Coalición Popular reivindican la autonomía uniprovincial para León y Segovia.

Tomás de la Quadra explicó el porqué del rechazo a una serie de mociones. Pidió en primer lugar "sosiego" para quienes pretenden la amplilación de los techos estatutarios de algunas comunidades autónomas, es decir, de aquellas que alcanzarán el autogobierno de forma más lenta que las denominadas históricas. Para De la Quadra, el impacto que producirá el ingreso en la CEE es una cuestión irreversible que impondrá la propia leglislación comunitaria. El ministro se congratuló por el consenso que había percibido en este debate y pidió a todos los participantes optimismo y lealtad constitucional.