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Los atletas españoles reciben ayuda médica para mejorar sus resultados

Algunos atletas españoles disfrutan últimamente de una ayuda médica que les permite mejorar su rendimiento. No pueden cuantificarse los beneficios de esta ayuda, pero que existen es una realidad. Periódicamente se les administran determinados fármacos, generalmente por vía intravenosa, que no dan positivo en los controles antidoping y que les permiten soportar mayores cargas de entrenamiento. Ello se traduce en mejores resultados durante las competiciones. Estas ayudas proceden del intercambio de información médico-técnica realizado en varios países europeos de nivel superior al español.

Eufemiano Fuentes, de 27 años, es quien lleva los ensayos desde que entró a formar parte del cuadro médico de la Federación Española de Atletismo, hace poco más de un año. Cambió su acomodada situación de ginecólogo en Las Palmas por 50.000 pesetas de sueldo mensuales de la federación, más otras tantas como médico de la Residencia Blume de Madrid, en donde vive, para tener la posibilidad de desarrollar las labores de investigación con las que siempre soñó. Carlos Gil, director técnico de la federación, aprobó e impulsó los planes y el entrenador Pascua Piqueras fue quien facilitó importantes contactos en el extranjero.Recientemente, Juan Manuel de Hoz, presidente de la federación, encargó al directivo José María Odriozola, catedrático de Bioquímica en la universidad Complutense de Madrid, la formación de una comisión científico-médica para controlar estos temas en el seno federativo. Odriozola se entrevistó con Eufemiano Fuentes para intentar armonizar estos ensayos y la normativa a proponer en todo lo relacionado con la preparación biológica de los atletas becados. Esta posible coordinación se decidirá en la reunión de la junta directiva del próximo día 17.

Los atletas españoles nunca habían disfrutado de las ayudas que gozan rivales de otros países. Las capacidades orgánicas del individuo disminuyen con los entrenamientos de alta intensidad, inevitables para obtener buenas marcas, y es necesario compensar estas carencias, producto del esfuerzo, con ayudas extras, que no siempre resultan permitidas y son detectadas en los controles antidoping.

Eufemiano Fuentes, después de año y medio de investigaciones, ya tiene elaborados los métodos que permiten a los atletas mejorar su capacidad de entrenamiento sin necesidad de utilizar sustancias consideradas como doping por la Federación Internacional de Atletismo. Él no contó con un laboratorio a su disposición, como ocurre en otros países, para experimentar resultados. Incluso se le cerraron las puertas del que tiene el Consejo Superior de Deportes (CSD), cuando éste se enteró de que camuflaba frascos que contenían el producto de sus ensayos con otros sí oficiales. La aparición de cinco casos positivos, hace ahora un año, desveló discretamente sus investigaciones. Los positivos pertenecían a personas que voluntariamente se habían prestado a los experimentos y en ningún caso pertenecían a atletas de primer nivel.

"No podíamos arriesgarnos a realizar pruebas con atletas que están pasando constantemente controles, porque no sólo se perjudicaría a esa persona, sino a todo el atletismo español por la imagen que daría al exterior", relata el médico. "Ahora que ya estamos convencidos de que no es posible dar positivo, entre otras cosas porque no suministramos ninguna sustancia prohibida, ya se lo facilitamos a los atletas. En la mayoría de los casos, además, lo que se origina es un aumento en las capacidades ergogénicas del individuo para que las sustancias se produzcan de forma natural".

Reacciones orgánicas

La sueroterapia no es la piedra filosofal del correr. El campeón sólo se forja a través de los años de trabajo. El tratamiento sólo es válido para mejorar algo tan difícil de cuantificar como pueda ser la diferencia de una centésima que separa a dos atletas en la meta. Hay límites humanos generales a los que ya ha llegado el hombre. Superarlos ya es cuestión de la ciencia. "Lanzar 18 metros en peso", dice Pascua Piqueras, "es posible dentro de las normales capacidades humanas. Pero para llegar más allá de 20 metros hace falta algo más que tener un buen brazo".

Las reacciones que se producen en el organismo cuando estas ayudas son inyectadas siguen los siguientes pasos: el líquido pasa a la sangre a través de la vena. Éstas llevan sustancias ergogénicas por sí mismas, o en todo caso capaces de inducir al organismo para que se las produzcan en mayor cantidad de lo normal. El individuo puede así soportar mayores cargas de entrenamiento, con el consiguiente aumento de su rendimiento en la competición.

Las ayudas que permiten ahora a los atletas españoles competir en igualdad de condiciones con rivales de otros países son muy variadas. Se aplican también a la medicina terapéutica y gracias a ello ahora se pueden curar tendinitis en 24 horas cuando los atletas se disponían a pasar por el quirófano. También ha rehabilitado a atletas cuyo futuro deportivo había sido desahuciado por otros médicos.

Eufemiano Fuentes tuvo la ventaja de que, gracias al espionaje industrial realizado, se ahorró años de investigación. Sólo tuvo que comprobar y aplicar los conocimientos que médicos extranjeros le transmitieron oralmente, con el lógico riesgo.

Los posibles riesgos de estas aplicaciones son inexistentes, según el doctor Fuentes, "porque se aplican en dosis muy inferiores a las que he tenido que aplicar a mis pacientes, cuando han precisado una medicación similar, y ninguno de ellos ha presentado jamás una evolución anormal. Con los atletas yo me he tenido que controlar en muchas ocasiones porque algunos, con tal de hacer marca, serían capaces de cortarse un brazo. Yo recalco que no es válido para cualquiera, ni tampoco garantizo sus efectos con carácter general, como tampoco le vale a todo el mundo un antibiótico".

Estas investigaciones en el atletismo son pioneras en el deporte español, porque es en los deportes individuales donde se exige un máximo rendimiento, al no poder esconderse una defectuosa forma física en el juego de un conjunto. Además, el atletismo es, junto con el ciclismo, prácticamente el único castigado por doping. Esto supone que ni siquiera un catarro pueda ser curado rápidamente.

El temor del médico es que sus investigaciones no sean comprendidas, "porque a quijotes pocos nos ganan. Nadie se escandaliza porque lanzadores de la URSS y de la RDA no acudan a última hora a competiciones donde se realiza control antidoping porque todavía no han eliminado los efectos de determinadas sustancias ingeridas. Ni tampoco porque en Estados Unidos 67 deportistas seleccionados para los Juegos Olímpicos no compitieran porque antes se les hizo un control y aún presentaban sus organismos síntomas de medicaciones prohibidas".

La ingenuidad del COE

La Federación Española de Atletismo solicitó al Comité Olímpico Español (COE) determinados medicamentos para que llevara a Los Ángeles. Cuando éste leyó en la medicación "suero", entendió que se refería a suero fisiológico por si algún atleta se deshidrataba con el calor. La federación, que presentía la ingenuidad del COE, se llevó, por si acaso, el suero que había solicitado.El suero luego sirvió para aplicárselo a determinados atletas antes de cada competición y después para recuperarlos ante las eliminatorias que tenían que ir pasando. Todos estuvieron posteriormente en las finales. A algunos les correspondió pasar el control antidoping y ninguno dio positivo. El doctor Fuentes no quiere dar nombres "porque es la manera de evitar que se piense que los éxitos que puedan conseguir se atribuyan exclusivamente a las ayudas que reciben. Estoy cansado de escuchar que ese atleta ha ganado porque tomó tal o cual cosa. Y no se dan cuenta de que si ganan es porque valen y se han entrenado. Mi ayuda es válida, pero mínima si hay que cuantificar el porcentaje de elementos que han contribuido al éxito".

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