Un aplauso a Savater
En el artículo titulado El año Szasz, publicado el día 10 de enero de 1985 en la sección de Opinión, y en otro titulado La droga de la sospecha, publicado el 31 del mismo mes en la sección Cartas al Director, el señor Savater expone la problemática de la droga con una clarividencia qpe no es usual cuando se tratan estas cuestiones. La línea de pensamiento de Savater concluye: "No es en absoluto asunto del Gobierno qué drogas lleva un hombre en su cuerpo". Parecía imposible que alguien dijera tan a las claras en qué reside la clave de la solución de lo que se ha dado en llamar problemática de las drogas: la solución, como indica Savater, radica en la supresión de su prohibición, La legalización total de las drogas redundaría en multitud de aspectos en beneficio del consumidor (coste, calidad, etcétera) e implicaría que un alto porcentaje de delincuentes buscase otro trabajo.Objetivamente, la heroína, como la cocaína o el hachís, no son recomendables para la salud. Objetivamente también, inyectarse heroína o fumarse un porro es sólo perjudicial para la salud del que se la inyecta o se lo fuma. Dejemos que cada cual haga y deshaga con su salud. Es su problema. La heroína se convierte en problema social desde el momento en que sus consumidores, debido a su coste, han de delinquir para proporcionársela.
Se confirma la tesis de Savater de que no existen razonamientos válidos y compatibles con la sociedad de libertades a favor de la prohibición de ciertas drogas ni razonamientos que refuten la evidencia de que es precisamente tal prohibición la que genera el tráfico, la adulteración, la delincuencia de quienes no pueden obtener por otro medio el dinero para pagar los precios del mercado negro. Por último, un merecido aplauso a este filósofo que clama en el desierto por la legalización total de las drogas.- y tres firmas más. .
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