_
_
_
_
Reportaje:

Redondo afirma que hubo presiones para que el PSOE aceptara la resolución sobre la OTAN

Nicolás Redondo, secretario general de UGT, reconoció en un informe ante el comité confederal del sindicato que había habido presiones para que el reciente congreso del PSOE aceptara el cambio de criterio sobre la permanencia en la OTAN. En su intervención, Redondo afirmaba que por lo que se refiere a la OTAN "no han cambiado las circunstancias, sino el criterio del partido", y achaca a cuatro factores este cambio: a la responsabilidad del PSOE, a la capacidad de convencimiento de Felipe González, al síndrome de lo que hubiera pasado si no se hubiera aceptado el cambio y "a las presiones que algunos de los que estáis aquí habéis sufrido".

El informe verbal de Nicolás Redondo, cuya trascripción ha obtenido este periódico, se realizó hace unas semanas ante el comité confederal de la UGT. El informe se dedica en su mayor parte a analizar los resultados del 30º Congreso del PSOE. Aunque en materia económica y social Redondo se muestra moderadamente satisfecho, en política internacional, y concretamente en lo que concierne a la permanencia de España en la OTAN, el secretario general de UGT parece tener graves discrepancias con la resolución aprobada. En un tono coloquial, Nicolás Redondo explica a los delegados de UGT su postura y opiniones personales y les advierte sobre las contradicciones que la doble militancia acarreará a los ugetistas, colocados en la disyuntiva de aceptar las tesis de su congreso o las del PSOE.Redondo asegura que el tema de la OTAN no se cerrará con el referéndum -matizando "si es que se celebra"- ni con las elecciones legislativas. Durará, dice Nicolás Redondo, "mientras este pueblo sienta necesidad de luchar contra los bloques". El líder ugetista manifiesta, por otra parte, que "resulta iluso pensar que no va a haber presiones por parte de la superpotencia Estados Unidos para que no nos quedemos ahí, para que estemos en la otra estructura, en la militar. Que nadie sea ingenuo: va a haber presiones de todo tipo".

Las posibles presiones, tanto las pasadas como las futuras, y el cambio de criterios, así como las causas del mismo, aparecen en varias ocasiones a lo largo de su discurso. "Hay gente en el partido", asegura, "que dice que han cambiado las circunstancias; lo que sí ha cambiado es el criterio del partido en relación a un acuerdo del congreso que choca absolutamente contra la resolución internacional de nuestro 332 Congreso" (se refiere al último congreso de UGT, en el que se aprobó la salida de la OTAN). Insistiendo en este aspecto, afirma que "efectivamente ha habido un cambio, debido quizá a que es un partido responsable, debido a la capacidad de convencimiento de su secretario general, al temor -que más que temor era una especie de síndrome- de lo que hubiera podido pasar si el congreso no hubiera aceptado el cambio de status", y concluye, "y también, por qué no decirlo, a una serie de presiones que algunos de los que estáis aquí presentes habéis sufrido".

Contradicciones socialistas

Nicolás Redondo desvela una conversación mantenida por él mismo y Antón Saracíbar con Txiki Benegas, en el que este último les dijo que "la opinión del partido no es la que ha prevalecido en el congreso", aseveración que el secretario general de UGT dice compartir. Más adelante señala que la tendencia de los sondeos sobre la postura favorable a la integración en la OTAN, que para el PSOE es positiva, "para la UGT es negativa".Se pregunta después cómo resolver esta contradicción, cuando "el partido está intentando convencer primero a los afiliados para después convencer a la opinión pública" y cuando los acuerdos de UGT no pueden anularse sin otro congreso. Sin embargo, adelanta que personalmente está convencido que otro congreso de UGT volvería a pronunciarse contra la OTAN.

Redondo asegura -y advierte que es la primera vez que lo dice- que "con este Gobierno socialista hemos sido más tolerantes, más pacientes y hemos dado más apoyo que a cualquier otro Gobierno". Y aunque reconoce que es lógico, muestra su temor de que si en un futuro, después de los socialistas, volviera la derecha a gobernar en nuestro país no parecería a los trabajadores que "en el fondo esa derecha no había abandonado nunca el poder. No digo que vaya a ocurrir", dice, "ni lo creo, pero algunas veces, como todos vosotros, lo piensa uno también".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_