Marchais, culpa a Mitterrand del retroceso electoral comunista

Georges Marchais, secretario general del Partido Comunista francés, lanzó ayer, en el acto de inauguración del 25º Congreso del PCF, un virulento ataque contra los socialistas y contra el presidente de la República, François Mitterrand, responsables, según él, del retroceso electoral sufrido por los comunistas. Marchais se dirigió a los casi 1.800 delegados reunidos en Saint Ouen con un discurso de cinco horas de duración, en el que dio por enterrada la política de unión de la izquierda, nacida hace 25 años, y que algunos militantes contestararios querrían revitalizar.

El secretario general del PCF, que cuenta 64 años, criticó fuertemente la política de austeridad del Gobierno, del que formaron parte hasta 1984 cuatro ministros comunistas, y vio aceptó la menor responsabilidad de su partido en la situación económica y en el índice de paro actual. Más aún, Marchais niega que la dirección del partido tenga algo que reprocharse por los dos últimos fracasos electorales: "las razones principales de la situación por la que atraviesa el PCF no deben buscarse en la actividad del propio partido", afirmó. "Los socialistas han aprovechado el programa común de la izquierda para frenar las luchas", explicó el líder comunista, "François Mitterrand y el PS se han presentado como garantes de la unión de la izquierda para dividir y desmovilizar al movimiento popular y para reducir la influencia del Partido Comunista".Sin embargo, Georges Marchais estima que fue razonable formar parte del primer Gobierno de Pierre Mauroy, "tanto como fue razonable marcharnos el pasado mes de julio". En respuesta a las voces críticas que se han dejado oir en las semanas previas a la celebración del congreso, el secretario general admitió que se habían cometido errores, pero dijo que se trata de errores que vienen desde los años cincuenta como, por ejemplo, el retraso en desmarcarse del modelo soviético: el PCF reaccionó demasiado tarde a la denuncia del estalinismo efectuada por los propios soviéticos. Marchais pasó por alto su aprobación de la invasión de Afganistán, en enero de 1980, que supuso una auténtica catástrofe para la imagen de su partido.

Marchais dirigió parte de sus dardos contra uno de los principales portavoces del sector crítico, Pierre Juquín: "Pretender que el Partido Comunista es responsable de las dificultades por las que atraviesa Francia y el movimiento popular es injusto, porque nosotros no éramos los dueños del juego".