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Los sindicatos europeos perderán importancia, según Herbert Giersch

Javier Casqueiro

"El papel de los sindicatos en Europa está llamado a perder importancia de forma progresiva en el futuro. En realidad, cabría decir que los sindicatos no tienen en Europa ningún futuro", ha asegurado en Davos (Suiza) el economista alemán occidental Herbert Giersch, presidente del Institut für WeItwirtschaft, de la universidad de Kiel.Hablando en el simposio organizado por la EMF Foundation en esta ciudad suiza, Giersch, uno de los más célebres economistas actuales de la República Federal de Alemania, señaló que los sindicatos han perdido ya la guerra de la etapa de innovación en que se encuentra actualmente la humanidad, que él llama "era de la información", frente a la anterior "era de la factoría", en la que los sindicatos jugaron un papel de importancia capital.

Para Giersch, si Europa quiere acabar con la plaga del desempleo y crear puestos de trabajo debe terminar de una vez con el sistema de salario y contrato de trabajo fijo basado en un número de horas trabajadas, para sustituirlo por un pago de acuerdo con el trabajo realizado. "El problema del paro sólo puede ser resuelto mediante una aproximación flexible al tema salarial".

Participación en beneficios

Giersch presentó su teoría, consistente en un sistema retributivo en dos tramos: 'Parte de la remuneración sería el salario, que no debería ser excesivamente alto, y el resto consistiría en una participación en beneficios". Dicha participación en los beneficios de la empresa debería contar con ventajas fiscales, para asegurar el máximo de motivación en el trabajador."Reduciendo los salarios", mantiene Giersch, "los parados podrían encontrar más fácilmente un trabajo. Los que tienen un puesto de trabajo, a su vez, se beneficiarían de su esfuerzo individual gracias a esa participación en los beneficios. Las empresas de nueva creación, por su parte, encontrarían mucho más fácil salir adelante sin la pesada carga que suponen los salarios fijos actuales".

En este esquema de trabajo, la factoría del siglo pasado y primera mitad del presente, que fueron la esencia del sindicalismo, deja de tener sentido, para ser sustituida por el trabajo plenamente descentralizado e individualizado, apoyado en la informática y las comunicaciones. El trabajador se convertirá en centro de beneficios personalizado, de forma que los resultados del trabajo individual no dejan espacio a la actividad sindical.

Para el profesor alemán occidental, los Gobiernos europeos deben fomentar la aparición de nuevas empresas y empresarios, a quienes se debe animar a crear nuevos negocios mediante la rebaja generalizada de los impuestos y otras ventajas de orden laboral y fiscal. La competitividad debe ser apoyada al máximo, y Europa debe reconocer que las subvenciones a industrias sin futuro tienen que terminar de una vez.

Según Herbert Giersch, "el futuro de Europa debe construirse sobre el brainpower (la inteligencia) y no sobre las materias primas y la fuerza de trabajo" .

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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